Mi "Amigo"

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Era de noche cuando recibí su mensaje por primera vez, era uno de los chicos de un grupo al que pertenecía, no me pareció muy extraña su repentina aparición, tal vez quiere que seamos amigos pensé, fue entonces cuando conteste su mensaje. Pasaban los días y cada vez eran más frecuentes y más profundas nuestras charlas, hablábamos acerca de la vida, de lo eterno, de los millares de posibilidades que surgen día con día y, una que otra vez platicábamos acerca de lo superficial, todo iba bien. Recuerdo llevar aproximadamente unos 3 meses de conocer a este chico y no podía evitar sentirme un poco identificada con él, pues, al igual que yo, era un chico solitario que no destacaba mucho y que gustaba de apreciar las pequeñas cosas que había a su alrededor. Así fue como se ganó mi confianza y a juzgar por la manera en la que se dirigía a mi puedo afirmar que yo me gané la suya. Un día al llegar de mi escuela, fui yo quien decidió iniciar la conversación, rápidamente tal como lo esperaba, él respondió. Comenzamos hablando acerca de nuestro día y entre unas cuantas risas y opiniones personales, me platicó acerca de un viaje que había hecho su familia, por lo que me contaba pude deducir que era un largo viaje, él dijo que no le gustaba salir mucho y que por eso no había acompañado a su familia, no se me hizo muy extraño así que decidí no hacer más preguntas. Unas horas más tarde mi "amigo" me llamó dijo que solo quería platicar un poco más conmigo, yo le seguí la cuerda hasta que escuche un ruido extraño, le pregunte que era ese sonido y él me dijo... "No te asustes, sólo ignóralo y ya parará" esto no era nada convincente para mí así que empecé a hacerle preguntas hasta que, por fin, logre que me contará lo que sucedía... Al parecer cada que estaba solo escuchaba ruidos de dudosa proveniencia y no obstante veía pasar sombras por las habitaciones de la casa, ya estaba tan acostumbrado el pobre, que ya le daba igual. Cada vez había más ruido y estaba tan paranoica que ya me parecía escuchar que en mi casa también había ruidos, su voz comenzó a cambiar y también me hablaba de una manera extraña... "Al principio me daba un poco de miedo, luego nos volvimos buenos amigos y me acostumbré a que anduviese por toda la casa. Se ganó mi confianza y en el momento preciso hizo lo que tanto anhelaba"... Se me heló la sangre, no sabía qué hacer ni como contestar ante su declaración, pasé saliva y entonces, él me respondió... "Tranquila... Muy pronto ya no sentirás más miedo, estarás con nosotros y nos divertiremos mucho, él acabará rápido". Colgó, estaba aterrada, ahora veía pasar una sombra por mis alrededores, cada vez se acercaba más, las luces se encendían y se apagaban "Estoy perdida" no paraba de repetirme eso, era mi final y lo sabía... La sombra se puso de pie en frente de mí y antes de que pudiera defenderme, pude sentir como sus garras atravesaban mi ser, caí de rodillas en un charco hecho de mi propia sangre y finalmente dijo: "Estarás bien... Ahora todo estará bien, después de todo, somos amigos ¿no?" Pude comprenderlo todo, nunca hubo un "amigo" siempre fue esa criatura manipulando a un pobre desdichado que terminó de la misma manera que iba a hacerlo yo, muy lentamente sentí como se apagaba mi vida postrada a sus pies.

Los sueños de una chica con la mente rotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora