Su celular con la pantalla encendida anunciaba un mensaje
“¿Podrás salir esta tarde?” –Niall
“No lo creo, mi papá me castigo” –Nina
“Pero bien podrías escaparte, digo yo podría ayudarte a saltar de esa ventana” –Niall
“Muy tentador, pero no quiero romperme una pierna, gracias” –Nina
Dejó el celular a un lado, se vistió y bajó, fue a la cocina por un poco de jugo, vio a su papá entrar a su despacho, termino el jugo y lleno el vaso de nuevo para dirigirse a la biblioteca, al menos podría usar el tiempo de castigada leyendo un buen libro.
-Que tenemos por aquí- revisaba cada uno de los libros –El padrino, Matar a un ruiseñor, Metamorfosis, El Diario de Ana Frank, La Cosa Nostra, Gente Toxica, Sherlock Holmes, Willow, Moby Dick, El Conde de Montecristo ¿Ruining You? Creo que eres el único que no te he leído.- Tomo el libro, lo hojeó y junto con su vaso de jugo se sentó en un sillón, dejando a un lado el vaso comenzó con su lectura. “—Sé el papel que jugué referente a su muerte. Eso es algo con lo que viviré por
el resto de mi vida. El tiempo no borrará esos últimos minutos que tuve con él. No
fueron momentos felices, doctora Raines. Fueron por siempre de los que cambian el
alma. No sé qué podría posiblemente decir la señora Higgins que me hiciera sentir
diferente.
—Tal vez es la señora Higgins quien sanaría por hablar contigo, Jay. ¿Has
pensado en eso? Es una madre de luto, y esta podría ser su única liberación.
Asintiendo hacia las fotos de sus hijos en la pared, pregunto:
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—Digamos que un día pierde uno de sus hijos por las decisiones que una chica
hizo. Su muerte podría haber sido prevenida si ella se hubiera mantenido alejada o
dicho la verdad desde el principio. ¿Podría realmente perdonarla? —Yo ya sé mi
respuesta; la odiaría.”
Solo llego hasta ahí, necesitaba un pequeño descanso, esa postura, sentada en el sillón con las piernas recogidas y el libro encima de sus rodillas no era para nada comoda. Al levantarse, paso sigilosamente por el despacho, si su padre sigue ahí, detrás de ese escritorio como lo recordaba de pequeña, aprovecho el momento y miro por la ventana de la sala, había correo, era cierto estaba castigada, pero no tenía un castigo severo, ni siquiera le habían dicho que no podía salir de casa, abrió la puerta y entro con el correo. Facturas, facturas, “IMPORTANTE: Robert Jones” pasó por el despacho de su padre –Robert, correo- le mostró los sobres –mira este dice importante- En cuanto vio el sobre, y el remitente la reacción de Robert cambio notoriamente.
-gracias Nina, puedes salir con tus amigas si quieres-
-pero no tengo amigas..-
-entonces sal con Zayn, te estoy dando permiso para que salgas-
-okay-
Este sin dudas no era un padre normal, lo primero que se le vino a la mente fue Niall, corrió escaleras arriba tomo su móvil y se acomodó en su cama, vió la respuesta de Niall.