La Organizadora Del Club Media Fest

Una propuesta

Narra  Corina: 

Llegué agitada a la recepción y ahí se encontraba  Álvaro hablando por telefono; volteó a verme y  colgó. 

Álvaro: Hola Corina.

Corina: Hola.- le di un beso  en la mejilla.

Álvaro: Ya está todo armado; el escenario, donde será el Meet and Great, todo. Solo falta que veas por las luces, micrófonos, música y todo eso... Ya sabes, lo que  haces siempre. 

Corina: Bien.

Álvaro: Ok, ahorita todos debemos estar almorzando para luego hacer nuestros  deberes. En el caso de  los youtubers, sería  irse a  visitar Chile y en nuestro caso, sería administrar.

Corina: ¿Ahora mismo iremos a almorzar?

Álvaro:  Sí, ahora mismo.- nos dirijimos hacia el comedor y ahí vi que estaban todos los youtubers... Menos Rubius y Germán.

Corina: ¿Rubius y  Germán?

Álvaro: No sé. Se supone que  deben estar acá.

Corina: Que raro...- me senté en la mesa donde estaban Luzu,  Lana,  Willy y  mi hermano.

Miré a Willy y este se puso rojo... Sigo sin entender por qué pasa eso.

La comida llegó  a nuestra  mesa y  todos empezaron  a comer mientras hablaban de  varios temas; por mi lado, solo movía la comida con mi tenedor.  Samuel notó mi actitud y me preguntó qué pasaba.

Samuel: Corina, ¿te pasa algo?.- pronunció lo más bajo  posible  para  no  interrumpir la conversación de los  demás

Corina: Tengo un mal presentimiento. Ya vuelvo.-  me levanté de  la mesa y me dirijí a mi cuarto para descansar a ver si se me pasaba ese   mal presentimiento.

A la hora de entrar a mi cuarto,  vi a Ruben pelear con Germán. 

Corina: ¡HEY!.- fui corriendo hacia donde estaban ellos y traté de separar  a Ruben de Germán  pero  me cayó el codo de Germán en el estomago, dejándome sin aire. Me senté en el  suelo para tratar de recobrar el aire perdido.

Rubius: ¡MIRA LO QUE HICISTE!.- se acercó a mí para ver si estaba  bien.- ¿Estás bien?.- dijo mirándome fijamente a los ojos. De  pronto, no sentía dolor alguno, estaba completamente boba. Sus ojos... Sus  hermosos ojos verdes me habían atrapado,  no podía reaccionar, solo me quedaba contemplando sus ojos... Y ellos miraban  mis ojos,  perdí completamente la noción del tiempo, solo eran él y sus ojos mirándome. Soy muy afortunada al saber que esos ojos me contemplan también, cualquier mujer desearía ser yo en este momento. Su cara  estaba llena de moretones causados por el golpe.

Germán:  ¡Corina!.- de  pronto él apareció a mi costado y me miraba atentamente.- ¿Estás bien? Lo lamento. No fue a propósito.- salía sangre por la nariz de Germán, levanté más la mirada y me encontré con aquellos ojos marrones claros. Oh no, otra vez me  pasa lo mismo que me pasó con Ruben... Sus  ojos me cautivaron, radiantes y preciosos. Podría pasarme la vida solo observando sus ojos. De verdad,  tengo mucha suerte de ser yo a quién observan esos ojos.

Corina: Sí.- me levanté del suelo.- ¡Dejen de estar peleando!.- ellos me miraban un poco apenados.- Ven Germán.- lo cogí del brazo y lo llevé al baño.

Cogí algodón del  cajón, le eché agua  y empecé a limpiarle la sangre  que salía de la nariz de Germán.

Corina: ¿Por qué estaban discutiendo?.- dije un poco molesta.

Germán: Por una tontería que no tiene importancia.

Corina: Pues para mí sí tiene importancia. Dime.- seguía limpiando su sangre.

Germán: Le dije mi opinión sobre cierto tema y  él se enojó... ¿Cómo te sientes?.- boté el algodón y él puso su mano en mi estómago.

Corina: Aún me duele un poco pero...- él se estaba acercando cada vez más a  mí.- ... Ya... mejoraré.- sus labios estaban juntos a los míos. Sentía muchas cosas hermosas dentro de mí; nos estábamos besando y eso me encantaba. Me agarró de la  cintura y me puso encima del filo del  caño. Puse mis manos en sus mejillas y  él aún mantenía sus manos en mi cintura. El beso era cada vez más perfecto.

De casualidad abrí los ojos y vi a Rubius mirándonos desde la puerta.  De  inmediato, empujé a Germán para que  deje de besarme.

Germán:  ¿Qué pasa?.- miró  hacia donde yo estaba mirando.- Ah,  eres tú. ¿No puedes dejarnos solos al menos una putísima vez?

Corina: Rubius...- caminé hacia donde estaba él y lo agarré de su abrigo.

Rubius: Suéltame.- quitó mi mano de su abrigo y se fue. Iba a seguirlo pero Germán me cogió de la mano.

Corina: Germán, suéltame. Necesito hablar con él.- me soltó.

Germán:  Siempre prefieres a él.- dijo un  poco triste y molesto.- ¿No ves que yo soy mejor para ti? Él te  hizo daño. Si me das una oportunidad, prometo serte fiel y hacerte feliz. Te amaré como nadie te ha amado,  verás que solo tengo ojos para ti.- ¿Que le dé una oportunidad? No entiendo que trata de decir.

Corina: No te entiendo. ¿Cómo que te dé una oportunidad?  

Germán: Estoy tratando de perdirte que seas mi enamorada.