Mariposa que se desvanece en mi alma, que confunde mi mente y sobre su retorno solo engaña. En mi alma se imprime, mis recuerdos exprime y mi corazón ruega por llorarle.
- No tienes el derecho de extrañarle – me digo – no lo hiciste cuando se asentó a tu lado.
Pero aun así, mariposa que seguro revoloteas despidiéndote, no te preocupes, porque aunque no queremos el adiós, y un "hasta luego" nos suena mejor.
Hasta el día que te veamos de nuevo, nuestras almas, corazones y mentes te anhelaran en sueños y recuerdos.
- Hoy con tu permiso, voy a extrañarte.
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Relatos Cortos
RandomRelatos cortos, pensamientos y algo más, gracias a mi poca habiladad para hacerlos largos. Carita sonriente
