-¿Y tu quién coño eres? – dijo mi invitado incorporándose de la cama.
-Yo…
Había una muy buena explicación que darle pero en lugar de eso ninguna palabra se dignaba a salir de mi boca. Gracias encéfalo nunca tendré suficientes halagos para tu agilidad.
Se miró y vio que estaba en pijama.
-¿Qué me has echo? ¿Cómo he llegado hasta aquí? ¡¡ Eres una loca que… (Se iba montando la película mientras se levantaba de la cama)
-CHE! CHE! Bueno ya eh?? No si…encima…mira tú el niñato este…
Definitivamente se me fue la cabeza. Podía haberle explicado todo con pelos, señales y pruebas pero en lugar de eso me ofendí y pensé “ Encima que le acojo en mi casa…me monta un numero?”
Me levanté de la cama y me encerré en mi dormitorio.
-¿Qué se ha pensado…que lo he violado?
Al poco rato noté como aporreaban la puerta.
-YAAAH!! Abre!! Necesito una explicación!!!
Pom…pom…Pam…Pum…PLOM!!! PLOM!!!
Abrí de golpe, en vista de que me iba a reventar la puerta a golpes con tanta mala suerte que a él no le dio tiempo a darse cuenta y me arreó un patadón en la pierna.
-AAAAAHHH!!!! Pero que te pasa loco!!!
Como me gusta empezar con buen pie una convivencia. Es lo mejor para una vida sencilla y sin sobresaltos.
-AH! Lo siento… Te duele?
-Un poquillo – le miré con todo el sarcasmo que mis ojillos podían trasmitir.
Su actitud cambió.
-Por favor dime que hago aquí.
Estaba muy serio. Me miraba directamente a los ojos, en esta situación yo le habría dado el número de mi cuenta corriente y la mano de mi primogénita si hubiera sido su deseo.
Canté como un jilguero. Le expliqué que se había desmayado porque llevaba ensayando 5 horas con el estómago vacío (porque era un cafre) y que como el chico ese ojeroso había delatado la posición del grupo en un tweet ahora no tenía ningún sitio tranquilo para recuperarse. Y que como yo era la nueva en el hospital me había tocado tenerle en mi casa.
-No me crees verdad?
-Emm…bueno…pues…
-Vale , sigues pensando que te tengo secuestrado.
Me miró con una cara difícil de interpretar (seguro que ocultaba un sentimiento coreano desconocido hasta ahora por mí)
Nuestro silencio fue interrumpido por una musiquilla. A él le asustó y pegó un brinco en el sitio. Con la mano en el pecho se llevó el teléfono a la oreja.
-Yoboseyo…
Empezó a caminar hacia el cuarto de donde había salido.
-Muy bonito! Genial tíos y me dejáis durmiendo aquí?
Alcanzó el picaporte con "la conozco".
-No la conozco joder!
Cerró la puerta de un portazo.
Yo cogí mi bolso y salí de mi casa como poseída por el diablo.
Vale el chico tenía un carácter insoportable, le dejaría estar en casa hasta que le diera la gana largarse… vamos por mi como si que quiere volver a desmayar por la calle y que le secuestren de verdad todas esas fans locas que dicen tener.