Caliéntame y vete

Parte 13

¡Capítulo final!

Ni siquiera sé por qué he vuelto a venir aquí. Sí, estoy de nuevo delante de su casa.

Vuelvo a llamar el timbre y tras poco tiempo me abre la puerta.

- ¿Has venido a violarme, ángel? – pregunta. Aún está cubierto en una gran manta.

- No seas gilipollas – replico de inmediato – te he traído esto – continuo mientras le entrego una bolsa llena de medicamentos.

- Será que de verdad eres un ángel – contesta. ME pongo colorada y me maldigo a mí misma por esto.

- Cállate y déjame entrar, tengo frío y sed – digo y no espero más para abrirme paso yo misma.

- Siéntete como en casa – dice mientras sube las escaleras y yo intuyo que irá a su cuarto.

Sin esperar más dejo mis cosas y busco la cocina y tras tomarme un vaso de zumo, lo lavo y coloco en su sitio y cojo otro que lleno con agua.

Subo los escalones y encuentro rápidamente su cuarto. Él está tirado en su cama con un brazo tapando sus ojos mientras que el otro lo tiene apoyado a su lado.

- Te he traído agua para las pastillas, demonio – digo haciéndole notar mi presencia pero este no se inmuta. Dejo el vaso sobre su escritorio y avanzo hacía él - ¿Demonio? – le llamo mientras me aproximo más a su cama. -¿Estás muerto? – digo una vez estoy a su lado, agachada mirando su rostro.

- Has picado ángel – agarra mi cintura y me coloca debajo de él con un movimiento rápido.

- Suéltame, idiota – grito pero él comienza a reír a carcajadas. Acerca su boca a la mía y comienza a besarme de una manera tierna pero posesiva. Correspondo el beso tratando de calentarlo antes de que él lo consiga.

- Ángel, - dice nada más separarse de mí – se mía, por siempre.

Me quedo boquiabierta ante tal confesión.

- ¿Estás jugando conmigo? – pregunto y el niega con la cabeza.

- Parece que he perdido – murmura pero no avergonzado sino más bien orgulloso. – Pero me he enamorado de un ángel, así que da igual.

- Creo que también he perdido – musito – Te odio, demonio – continuo

- Yo también te odio, ángel – dice antes de volver a unir nuestros labios.

Llegó un momento en el que la ropa comenzó a sobrarnos, por lo que nos deshicimos de ella aunque nunca llegamos muy lejos pues el ruido de la puerta se escuchó demasiado temprano.

- Mark, estoy en casa cariño – gritó su madre. Me tensé y puse roja de pies a cabeza.

- ¿Eres idiota? – le pregunté mientras me colocaba la ropa rápidamente. – Haber dicho que tú madre iba a llegar.

- Ugh, yo que sé, no me acordaba – musitó tirándose en la cama de nuevo.

Juro que lo mato.

- Juro que te mato. - musité

- ¿No irás a pegar a un enfermo? – preguntó

- Tú eres un enfermo mental – gruñí y su madre entró a la habitación poco después.

FIN

Bueno amores,

aquí concluye la historia. 

A partir de aquí es pura imaginación ♥ el final verdadero de la historia es aquel que cada uno o cada una de vosotros/as querríais darle en vuestra mente. 

Recuerdo que cualquier adaptación o copia queda totalmente prohibida. 

Muchas gracias por haber leído esta corta historia y de verdad espero que os haya gustado. 

Besitos,

-alliwannaloveisyou-