Primera y única parte.

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Peter se asomó una vez más por la puerta de cristal del balcón, sosteniendo un vaso de vidrio lleno de agua. Su mentor, su maestro, su héroe, su ejemplo a seguir. No estaba haciendo nada más que estar todo el día frente a la vista marina, cada hora con una botella de alcohol distinta, parado, sentado, recostado. Pero ahí estaba siempre. Sin hablarle a nadie, sin mirar a nadie, desde hacía casi mes y medio.

—No, muchacho —Le dice Vision al joven araña, cuando ve que éste está por acercarse a Anthony—. Déjalo estar.

—Vision, por favor, ¿acaso no ves lo que está pasando?

Éste toma de entre las manos de Peter el vaso, sabiendo las intenciones que tenía de llevárselo, y lo mira directo a los ojos.

—Lo veo.

Sin decir más, se devuelve a la cocina, y Peter contempla por unos segundos más al señor Stark en su pena y desdicha. Y para más colmo, no solo sostenía una botella de alcohol en una mano, sino también un cigarrillo en la otra. Le daba mucha tristeza verle así, pero sabía que Vision tenía razón; no tenían manera de hacerle sentir mejor.

Rhodey ya había perdido las esperanzas con su amigo y no hallaba forma alguna de subirle el ánimo. Nunca había visto a Tony tan miserable y destruido en todo el tiempo que lo llevaba conociendo. Tampoco lo había visto tomar tanto en toda su vida, y había vuelto a fumar. Tenía miedo de que este nuevo mal hábito de la bebida en completo exceso lo acabase matando, y verle de esa manera rompía su corazón muy fuertemente.

T'Challa resolvía los asuntos que tenía pendientes con su pueblo, más eso no quitaba que estaba preocupado por Tony al ser parte ahora del mismo equipo. Sabía la desgracia por la que estaba pasando al haber perdido también a su padre, más no sabía cómo consolarlo, por lo que prefirió mantenerse a la raya. Natasha no daba señales de vida en cuanto a ello; había desaparecido por completo y no había mostrado ningún interés en la situación.

—Se está matando a sí mismo —Comenta Vision, unos segundos después de colocarse junto a Rhodey.

—¿Y crees que no lo sabe? —Le contesta.

—Me apena con el chico Parker. Quiere ayudar.

Éste aún estaba observando a través del cristal de la puerta corrediza, deseando poder hacer algo y sintiéndose completamente inútil, preguntándose si era tal vez por no ser un hombre maduro, sino un simple niño de Queens.

—Se le pasará —Dijo Rhodey, haciendo una mueca con la boca.

—¿Hablas de Stark o de Parker?

Ambos rieron ligeramente, pero el chiste no les había causado realmente alguna gracia, a ninguno de los dos.

Tony tomó un largo sorbo de la botella que tenía apoyada del muro de la terraza. Un champán bastante caro que ocupaba solo para fiestas, pero esto le parecía mucho más importante. Luego de tragar, tomó una larga calada de su cigarrillo; por supuesto, del mejor tabaco de todo el país. Dejó escapar luego el humor por su nariz, y volvió a repetirse el mismo proceso intermitente.

—Si no puedo ayudarlo, mucho menos voy a seguir parado aquí, viendo cómo se hunde en la fosa que él mismo se creó.

Rhodey tomó sus cosas, y sin necesidad de que Vision lo acompañara, se dirigió a la puerta de salida de la gran mansión aislada que ocupaban como guarida. Más tarde, el hombre rojo se retiró hacia sus aposentos, advirtiendo por última vez a Peter que, por favor, no se le acercara a Anthony. Éste obedeció, y luego de algunos minutos de andar en sus pensamientos y seguir observando al hombre depresivo que tenía a unos metros, se retiró también.

El Favorito de Papá | Stark and RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora