Como los Nenúfares

La fiesta familiar que estaba presenciando era el significado mismo de la hipocresía. Estábamos sentados en una mesa casi infinita. A la cabeza estaba mi abuelo, con su cabellera blanca, una taza de café y la bata puesta. El trabajo era su vida, no pasaba un segundo fuera de él. Del lado izquierdo se había sentado mi padre, seguido de mi madre y de mí. Frente a nosotros se alzaban a contraluz las figuras de mi tía Lila y su, en ese entonces, amante, Patrick. Mi padre y Lila nunca han tenido una buena relación. La razón es muy simple: son exactamente opuestos, en todo.

—Bien, jovencitos —comenzó mi abuelo con un tono desganado, sin emoción—, ya saben para qué estamos aquí.

—Acabemos con esto —sentenció mi padre.

El lado de Lila no dijo nada.

—Los he convocado porque, como conocen, no soy inmortal. Los años me han envejecido y, tarde o temprano, me llegará el último día.

—Papá, no digas esas cosas —pidió mi tía.

—Es preciso hablar de ello, Lila. Ahora es el tiempo, no cuando me haya muerto —explicó mi abuelo con serenidad—. Necesitamos saber qué pasará con la WWL una vez yo no pueda liderarla más. Allen ha aclarado previamente que él formará parte del equipo y está dispuesto a recibir entrenamiento para algún día convertirse en la persona a cargo de esto. Ahora bien, tú, mi querida Lila, no te has expresado oficialmente.

La mujer, de cabello marrón oscuro y ojos verdes, no dijo nada. Se encogió de hombros y mostró una sonrisa sarcástica, muy burlona. Se echó a reír posteriormente.

—Sabes bien lo que opino de esto, papá. La única razón por la cual me mantengo callada y no saco a relucir toda la mierda de este proyecto es porque tú saldrías perjudicado —confesó ella—. Eso no quita que esto me parezca una basura.

—Es mi legado, Lila. La WWL es todo lo que nuestra familia ha construido por cerca de tres generaciones. Dentro de ti sabes que no hay otra manera para que la ciencia avance, esto es necesario. Alguien tiene que hacerlo sin que nadie más lo note.

WWL eran las siglas para White Water Lilies, una corporación secreta que dominaba innumerables campos científicos y trabajaba de manera confidencial en asuntos del gobierno, la Iglesia y otros mundillos. A través de los años se convirtió en una compleja e inmensa red de relaciones que funcionaba mediante un sistema de rangos muy simple, existente desde los inicios. En ese tiempo, conocía que la WWL también realizaba proyectos secretos independientes. Mi padre estaba comenzando en uno de ellos, el proyecto Lotus, para aquel momento.

—Hubiese preferido que mi herencia fueran dos monedas, pero que vinieran de un hombre honrado.

—El asunto es, Lil —decía mi padre—, que el dinero no cae del cielo. ¿Quieres saber la situación de allá fuera? No hay trabajo y, claramente, tú no sabes lo que es trabajar. Siempre has vivido de las ganancias de nuestro padre, entiéndase la WWL.

—Me importa un bledo, Allen. No vengas ahora a hacerte el padre de familia responsable. No tomo consejos de narcotraficantes, gracias.

—¡Jódete, pues! A ver cómo te alimentas. A lo mejor trabajando de puta te va bien, ya tienes la cara...

Lila se paró de su silla para encarar a mi padre y él, muy testarudo, no se quedó sentado tampoco. A pesar de tener la mano de mi madre tirando de él para que regresara a su asiento, mi padre sostenía la mirada furiosa de su hermana.

—Siéntense, por favor. Tanto el negocio del narcotráfico como el de la prostitución son totalmente respetables. Todo depende de la luz con que se mire. Sin embargo, Lila, tu hermano tiene razón al decirte que no es fácil sobrevivir allá fuera. Muchísimo menos con tu apellido —explicó tranquilamente mi abuelo—. Allen está pensando en su esposa y en el futuro de Equis.

Me señaló y sentí como todas las miradas se giraban hacia mí. Casi podía escuchar y ver los pensamientos pasando frente a cada uno.

—No me interesa mancharme de sangre. Gracias por la oferta, padre, pero lo único que quiero de la WWL es que arda en las llamas del mismo infierno —expresó Lila mientras se paraba de la silla y tomaba sus cosas.

—Siempre fuiste la tonta.

—¡Y tú el imbécil sin cerebro! Si tuvieras una pizca de razonamiento, entenderías que lo que haces está mal. Ahora solo puedo pensar en el pobre Equis y lo que será de él. —Se giró para dirigirse hacia mí—. Nunca sigas estos pasos. Descubre quién eres y no camines a oscuras.

Mi tía se marchó de aquella fría sala y no la volví a ver desde entonces. Su última frase me había dejado muy pensativo. «Descubre quién eres». No me había planteado eso antes. ¿Hacia dónde quería ir? ¿Quién era Alexander McCormick?

Me había parado tantas veces frente al espejo a hacerme esa pregunta. Miraba en mis ojos y su color solo me recordaba al café en la taza de mi abuelo. Mi expresión seria no se me hacía definida, mis labios gruesos no ayudaban. ¿Debería sonreír más? Lo cierto era que no me gustaba mi sonrisa. Era superficial, casi falsa por completo. Solo sabía que la maraña de pelo oscuro que me coronaba era una firma indiscutible de los McCormick.

Hoy, varios años después, siento que la respuesta aún no está totalmente clara. Siento que es justo el momento de trazar mi camino. He conocido a una chica fantástica y ella me llevó a conocer un misterio tentador. Ahora hay toda una loca idea en mi cabeza, un plan que quiero llevar a cabo. Por eso regresé a esta sala fría. Espero pacientemente para tomar el bolígrafo y dibujar mi firma con su espesa tinta, sellando mi afiliación a la White Water Lilies.

Espero prosperar en esta sombra,

igual que los nenúfares florecen en el pantanoputrefacto.

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¡Hola! Este relato fue creado para participar en un concurso donde se buscaba describir personajes de una manera atrayente. En un comentario les dejo el perfil de Wattpad encargado del concurso para que pueda visitarlo y en la descripción de la obra está en enlace al grupo. Espero que este pequeño relato haya sido de su agrado.

Y si a alguien, por casualidades astronómicas, le gustaría seguirme y conocer mis obras futuras, le digo una sola cosa: ojo con la WWL. Jaja

¡Me despido con un abrazo! <3