Capitulo 2: Confieso que te amo *parte 2*

395 23 1
                                    

Y aquí estaba yo, de nuevo en este detestable lugar, cada una de estas blancas paredes habían sido testigos de todas las humillaciones y malos tratos que había recibido, por parte de los que se hacen llamar mis “compañeros”, bueno, en realidad por todos hasta por los que no conozco, sencillamente por ser yo.

Y allí venia el, el amor de mi vida, tenía el cabello ligeramente peinado hacia arriba, hoy sus ojos se veían más hermosos de lo que los recordaba, su sonrisa era deslumbrante y tenía esa barba de tres días que lo hacía lucir  sencillamente  sexy, tras de él venían sus amigos y junto a el su hermosa novia Jenny, con la que llevaba más de medio año escolar, según recuerdo es la novia que más le durado, claro no hay que desanimarse, aún tengo oportunidad ¿No?

Venían en mi dirección, era enserio, venían hacia mí, comencé a tensarme, sentí ganas de devolver el intento de desayuno de esta mañana, bueno, cuando él estaba presente, siempre sentía nervios y hoy tendría que aguantármelos si quería confesarle mi amor.

Por un momento lo tuve junto a mí, paso justo por donde yo estaba, justo a mi lado, claro descartando el hecho de que estaba parada al lado de la puerta del salón de clases, buenos después de todo paso junto a mí, que es lo importante, entre corriendo a el aula, donde se le escuchaban gritos y murmullos de parte de los que allí estaban, me senté en mi lugar, a escuchar la clase e que estaba dando el maestro de historia, medio dormido en su escritorio, bueno que se podía esperar si estábamos en el último día, como no había más nada que hacer aparte de ser ignorada por todos, como siempre simplemente lo mire, retomando mi papel de acosadora….

Comparado con la casi pasada por a lado de  mi amor, el almuerzo estuvo aburridísimo, él se la paso hablando con su grupito sobre lo que  harían en las vacaciones; según lo que pude oír con mi oído dedicado a escuchar conversaciones ajenas, tres de ellos se iban juntos para Canadá, a pasar las vacaciones con no sequien; dos chicas se iban el próximo fin de semana a el concierto de los papacitos de One Direction; la linda y fastidiosa  Jenny,  se iba a parís para la semana de la moda y el amor de mi existencia, viajaría a Cheshire a ver a un viejo amigo suyo, yo aún no decidía entre irme con la tía Natalie, quedarme sumida en mi triste vida, o comprar un boleto de tren con mis ahorros para ir a Cheshire, acosando, perdón, persiguiendo a mi amor, honestamente  la tercera opción es la más factible, porque no creo que papa me diga nada y bueno si lo voy a pagar yo no creo que resulte tan mala la presente situación.

Lo vi levantarse de su lugar, y salir por la puerta de la cafetería, su sequito imito su acción, dejando la antes llena mesa, totalmente vacía…como cosa rara yo también imite su acción saliendo directo a mi muro de siempre, aquel muro que había soportado cada una de mis lágrimas, aquel que había escuchado cada uno de mis gritos de dolor, siempre que alguno me hacía sentir menos, aquel muro que me había ayudado siempre con el bello arte del espionaje, en el cual yo era una  toda una experta, desde allí podía verlo, podía seguir cada uno de sus movimientos, podía escuchar su risa y verlo feliz me hacía feliz, todos ellos estaban en una banca detrás de la escuela, en medio de un jardín del cual se podían ver los casilleros y algunos salones, mi murito estaba al lado del baño, enfrente tenia uno que otro loquer  y cuando algún estudiante se acercaba para sacar algo me miraban raro, pero nuevamente ¿a quién le importa?

Lo volví a observar, mientras todos los demás hablaban de quien sabe qué cosa, él se secreteaba con Jenny, de nuevo sentí aquellos celos a los que estaba mas que acostumbrada, pensé que dentro de una horas cuando confesara mi amor, ella  tal vez ya no le gustaría, tal vez cambiara su postura sobre que la perfección femenina debía basarse en un buen cuerpo, un lindo cabello y un rostro sin acné, para que finalmente me dijera que igualmente me ama.

Al percatarme de nuevo el ya no estaba allí, sus amigos ya no estaban allí, no había nadie en el pasillo, las clases ya debieron haber comenzado y yo que pensando quien sabe que cosas, Salí disparada a el salón, pero allí no había nadie, fui a la cafetería  y tampoco había rastro de pre-adolescentes por el lugar, finalmente pase por el auditorio del salió la directora, seguida por los maestros y luego el cuerpo estudiantil, que estaba hecho un alboroto, cada quien iba para un lugar diferente, pero nadie se dirigía a sus clases, ni siquiera los profesores, esto ya era más que extraño, me pregunte por un segundo que tan raro seria cercarme a alguien y actuar como si nada hubiera pasado, como si yo también hubiera estado allí dentro y sobre todo si alguien habría notado mi presencia y denuedo no, nadie noto si estaba allí, nadie noto siquiera si aún seguía viva, nadie se acercó a preguntar si tal vez me interesaría saber que paso allí dentro y simplemente decidí actuar como si nada.

Amar en silencio (Louis y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora