He pasado los últimos tres meses entre, maquillaje, desfiles y diseños de moda; he conocido muchos lugares, Italia, Londres hasta creo que fui a Rusia; no recuerdo cuantos chicos he conocido, ni cuantos han querido salir con migo; tengo más confianza pues ya no soy la misma, desde que Salí de Doncaster mi vida cambio, ya no sería la misma pendeja que se dejaba mangonear, ya no sería la misma estúpida que suspiraba por un idiota, ya no sería yo; de mi rizado y enredado cabello ya no quedaba nada después de muchos cuidados y tratamientos por fin estuvo bien, estuvo perfecto, cada uno de ellos se mantenía perfectamente peinado y alineado, ahora lo tenía como siempre lo quise; en mi rostro por primera vez había maquillaje, que según mi tía hacía relucir mi belleza natural, mis ojos tenían rímel, el cual siempre critique, ahora su color verde relucía más; he usado desde shorts y pantalones hasta los cinturones que algunas chicas usan como faldas; blusas, tops y camisetas; en cada fiesta he usado un vestido diferente, cada uno más hermoso que el anterior; todo tipo de calzado; tenis, sandalias y tacones, tantos como los sueña una chica… La tía Natalie se ha encargado de que viva metida en un sueño, de que tenga lo que nunca tuve, de que este feliz, me lo ha dado todo, hasta lo que no he pedido, hace unas semanas me obsequio un nuevo auto, un volvo negro última generación al cual muy pocas personas tenían acceso y yo fui una de las afortunadas; honestamente no creo que mereciera todo eso, pero no tuve cara para negarme a todos y cada uno de sus detalles, estoy segura de que espera lo mejor de mi aunque no creo poder darlo porque aun el puto idiota de Louis Tomlinson sigue dentro de mi cabeza, abundándola de preguntas, de dudas; no recuerdo cuantas pesadillas he tenido, ni mucho menos cuantas veces él estuvo en mis sueños, aunque estoy decidida a olvidarlo aún recuerdo el sabor de su beso y daría lo que fuera por volver a probar sus labios, aunque sé que no tengo ni más mínima oportunidad, a diario recuerdo sus palabras aquellas que me hicieron sentir el peor de los dolores <<¿Cómo se te puede ocurrir que me puede llegar a gustar alguien como tú?>>, su voz, su voz retumba en mi cabeza a cada momento haciéndome revivir el más horrible de los momentos, el primer momento en toda mi desastrosa vida que desee infinitamente morir; no fue el desprecio de mi padre, no fueron las burlas de mis compañeros, ni mucho menos el fantasma del recuerdo de mi madre, fue el, fue él el único capaz de hacerme sentir tanto amor y tanto odio al mismo tiempo, no solo odio por el sino también odio por la vida, a veces quisiera devolver el tiempo a el momento en que ese idiota me comenzó a gustar pero por más que intento recordar, no logro saber porque me llegue a enamorar, no recuerdo en que momento pude verlo con ojos de amor, ahora solo siento asco, no por él, sino por mí, por haber pasado tantos años detrás de él, por haber pasado tanto tiempo queriendo que me notara, por haber creído que él podría llegar a querer a alguien como yo, me odio, también a él y odio infinitamente que después de darme cuenta de que no vale la pena siga totalmente enamorada de él.
