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"Bien" dijo mi madre, deteniendo el auto "te busco a las 16:30, si?".
"Okay" acepte en voz baja.
"Segura que estás bien?" acarició mi hombro.
"No, pero debo seguir" sequé una pequeña lágrima que estaba en mi mejilla.

Tenía miedo de enfrentar el instituto sin Justin, volver a esas pesadillas. Olvídate de él Mara, olvídalo. Acuérdate de todo lo que te dijo e hizo.

Olvidé cómo estaba vestida. Shit. Okay, solamente entré, no pasó nada.
Di un paso más y me encontré en el pasillo de casilleros. Caminé común, traté de no mover mucho mi cintura baja. A los segundos, comencé a escuchar chiflidos, haciéndome sentir incómoda. Al llegar al mío, respiré. De la nada, Austin (el más popular de todos los chicos) tocó mi cintura y me colocó contra los demás casilleros. Contuve mi respiración.
"Y tú? Quién eres?" Sonrió "nunca te he visto por aquí". Nunca supo de mi existencia, era obvio que no me conocía.
"E-e-eh" tartamudeé, pero me relajé. Es tu momento de coquetear y no salir humillada, Mara. Además, Austin te gustó en la primaria, y sigue igual de lindo.
Puse mi mirada más pícara y voz sexy "Mara, mi nombre es Mata. Un gusto señor Austin" le di la mano, ignorando la otra mano grotesca que apretaba mi cintura.
"Me conoces, wow" me observó de arriba a abajo "dame tu número y te recojo para ir a la fiesta de esta noche".
"Disculpa, cuál fiesta? No me invitaron" aclaré.
"Qué raro que no hayan invitado a una chica tan linda" acercó sus labios a los míos, atrevido y sin miedo, pero esquivo el beso "Pero puedes venir, me encantaría que lo hagas" coqueteó.
"Lo haré. ¿A las 18?" le guiñé un ojo. Asintió y se fue, satisfecho.

(...)

El día tuvo su parte dolorosa y su parte buena. Algunas unas chicas me dijeron puta por el modo en el que iba vestida, pero nada en extremo a comparación de lo que me han hecho.
Salí y mi madre estaba ahí, esperando con mi hermano. Pero al entrar al auto, dirigí mi mirada atrás y vi a Justin en la puerta del instituto, con un ramo de flores, mirando el reloj cada dos segundos. Me quedé mirándolo para ver qué hace. Después de 15 minutos tiró las flores al suelo y se fue.
Ignóralo, ignóralo.
"¿Vamos? No sé a quién esperas" dijo mi madre apurada.
Salió Austin por la puerta principal y agitó su mano hacia mi en modo de saludo. "A él" sonreí, tratando de ocultar que en verdad estaba mirando a Justin, que ya no estaba. "Ya puedes arrancar".

Imagination; Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora