Capítulo Uno

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Estaba montada un unicornio y comiendo nutella cuando...

-¡MARIANA! ¡LEVANTATE CHICA, QUE VAMOS A LLEGAR TARDE A LA VENTA DE PANTALONES! -Gritó mi mejor amiga Alicia.

-Si, si. -Ruedo los ojos y me dirijo al baño. Me deshago de mi pijama y me llevo una sorpresa, no tan sorpresa ¡No hay agua! Problemas de un venezolano en su vida diaria.

-¡ALICIAAA! -Le grité. La casa de los grito entonces.-¿QUÉ PASÓ CON EL AGUA?

-Bueno... -Suspira.-Me la acabé.

Me enrolle una toalla en el cuerpo y salí.-Chama, ¿Tú estás consciente de la situación?

-A lo mejor... -Susurró.-Lo siento Mar.

-Bueno, ya pasó. Pero ajá ¿Cómo hago? No me voy a quedar cochina toda la mañana, porque en la perolera del terminal hace calor.

-No hay nada de agua. -Hizo una mueca. Alicia rodó los ojos y sale del baño. Estaba de un extraño mal humor, ella no era así.

-¿ME VAS A RESOLVER MUCHACHITA?

-Sí, ya callate. -Entra al baño con un balde de agua y sale corriendo.

Frunci el ceño y me encogí de hombros. El agua estaba helada, PERO HELADA.

-¿DE DONDE SACASTE ESTA AGUA, MAMAGÜEVA? -Mi grito no fue común, fue totalmente descomunal.

-¡DE LA NEVERA!

-¿¡ES QUE TÚ ERES LOCA!? -Grité.

-¡PARECE QUE NO ME CONOCES! -Gritó de vuelta.

Me terminé de secar y me seque el cuerpo. Me puse un short azul porque mis hermosos Pantalones azules me dejó de quedar porque #PobreSiempre. Me coloqué una camiseta sencilla ahí color blanco. Y salimos del departamento.

-Chama estoy emocional. Es que terminé Bajo La Misma Vaina, digo, Estrella, y esa bicha es corta venas. Perdón. -Habló Alicia prendiendo el carro.

-Bueno, ajá. Te perdono. -Seguimos el camino hasta llegar al terminal.

Pantalones AzulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora