[ Capítulo 1. ]

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Trece años atrás.

Solo. Te encontrabas tan solo, pequeño.

" Ahora regreso, iré por unos caramelos. " fue lo que te dijo tu madre antes de irse.

Estabas tan feliz por eso. Tu padre nunca te dejaba comerlos, decía que eran muy dulces.

Pasaron segundos, los cuales se convirtieron en minutos. Ya llevabas mucho tiempo parado en aquella esquina, al lado de una pequeña casa.

¿Algo le pasó a mamá?

Estabas empezando a preocuparte por tu madre. Ella estaba tardando mucho por tan sólo unos simples caramelos.

Aunque en realidad no era así. Tu mamá no había ido por caramelos.

Ya era tarde, pero no lo suficiente. Aún podías apreciar pequeños rayos solares que poco a poco iban ocultándose con el paso del tiempo.

Fue en ese momento que lo entendiste.

Mamá no va a regresar.

Tu madre había desaparecido. Te había dejado a tu suerte.

¿Cómo mierda ibas a sobrevivir? Si tan sólo eras un dulce pequeño de seis años.

Ni siquiera podías hablar correctamente. Siempre tartamudeabas debido al temor que te ocasionaban las demás personas.

Todas te parecían personas malas, todas excepto tu madre. Con ella te sentías querido. Ella era una buena mujer, y la amabas. La amas mucho a pesar que te halla dejado.

Tú sabías que ella no quería hacerlo. Que la habían obligado.

Tu padre.

Tu padre fue quién la obligó a hacerlo. Él sí era una mala persona.

Debí haber entrenado más. No dejar que me pisotearan. Mamá está molesta conmigo, papá también.

Eras muy pequeño, aún no entendías la verdadera razón por la que te hecharon de casa.

Tu padre no siempre fue un mal hombre. Hubo un tiempo en que fue una buena persona, pero había cambiado. El tiempo lo cambió.

Él no aceptaba que fueses un poco más débil que los demás de tu clase. No aceptaba tu preferencia hacia los juegos más delicados.

Tu madre le imploraba que te aceptase tal y como eres. Él aceptó, sólo por el poco amor que aún conservaba hacia tu madre.

Antes de ser botado de la casa, habías estado en tu entrenamiento de fútbol americano. Ese día era un partido muy importante para tu equipo.

No te gustaba ese juego. Te parecía muy agresivo. Y aún te sigue sin gustar, pues te sigue pareciendo un juego agresivo.

Tu padre quería que triunfaras en el fútbol americano. Por eso te inscribió a esas clases. Pero a los pocos días después quedó devastado, resultó que tú no eras bueno para eso.

Te quejabas diciendo que te dolía mucho jugar con los demás niños. Que ellos te hacían daño.

Tu padre no te entendió. Y de todas formas te obligó a jugar.

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⏰ Última actualización: Aug 23, 2016 ⏰

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