Fichada

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Estábamos frente a la casa mirando como los hombres bajaban los muebles. Mi madre habla por teléfono y yo solo observaba como trabajaban. No me había percatado de que una mujer nos miraba desde la ventana, cuando cruzamos miradas esta se escondió detrás de su cortina color marrón.

Pronto mi mamá llego a mi lado.

-Bueno parece que tenemos la tarde libre, dejaremos la casa lista y tú y yo podemos ir a comer algo y después a donde tú quieras.

No podía creerlo, de verdad mi madre estaba haciéndome caso solo a mí.

-¿De verdad?

-Claro.

-¿Ya no tienes planes? ¿No irás a la oficina?

-No, estoy libre-dijo sonriendo.

-Si claro-no pude evitar sonreír de oreja a oreja-salgamos.

-Ho-Hola-una voz desconocida y muy tímida llego a mis oídos.

Ambas miramos al chico que nos llamaba.

-Hola mucho gusto soy Jackson, soy su vecino-era un chico de mi altura, un poco rubio con ojos azulados, de piel blanca y pelo corto, sus mejillas estaban rojas.

-Hola mucho gusto-saludo mi madre sonriente-Me alegra ver por fin a mis vecinos, yo soy Evangeline Maxwell y ella es mi hija Levent.

-Hola-se quedó mirándome atontado-...ahhhh les traje galletas, las preparo mi abuela para ustedes.

Seguramente tienen veneno para mí.

-Muchas gracias Jackson, me gustaría agradecerle en persona a tu abuela.

-Mi abuela está en cama, está un poco asustada porque ayer una delincuente la amenazo.

-Oh por dios-dijo mi madre asustada.

-Si, dijo que es peligrosa.

-Si existe algo en lo que podamos ayudar.

-No se preocupe, las cámaras de seguridad lo grabaron todo, la atraparan.

Mierda.

-Me alegro.

-Si. Bueno entonces no veremos por aquí muy seguido.

-Claro que si Jackson, un gusto conocerte.

-Igualmente señorita Evangeline. Hasta luego Levent-Dijo eso ultimo sonriendo.

El chico se fue y mi mamá me miró insinuante con una sonrisa malévola.

-Ese chico es muy lindo.

-Si es lindo-dije sin mostrar interés.

-Ay lo siento-era Jackson nuevamente-olvide darles las galletas-me tendió la pequeña canasta-Adiós-volvió a sonreírme.

-Parece que mi dulce Leventi ya tiene un pretendiente-dijo mi madre burlándose.

-No digas tonterías mamá-abrí la canasta para tomar una galleta, espero y no tuvieran algo tóxico, mi madre también tomó una y ambas las comimos al mismo tiempo-Oh por dios-dije abriendo los ojos como platos-Están deliciosas.

Explosion De GeniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora