Sus lentes cayeron al piso rompiéndose al instante. Acto seguido el también cayó con el rostro hacia abajo. Su cabello despeinado cubría su cara.
Y yo estaba ahí, viendo cómo pasaba todo.
-Ahora sí, que tengan una linda noche par de tortolos.
Los Nightmare ya se iban, pero el que me estaba sosteniendo me soltó un puñetazo en la espalda haciendo que cayera de rodillas al suelo. Escuché como sus risas se alejaban de ahí.
-Bonnie...
Me acerqué al chico gateando, con los ojos llenos de lágrimas y los labios fruncidos de enojo. Yo pude haber evitado eso, yo estuve ahí, pero no hice nada... Me siento tan idiota, inepto, asquerosamente estúpido. ¡Cómo pude dejar que pasara esto, maldita sea! Bonnie...
Bonnie dejó su postura agachada y se puso de rodillas
-El que es inmune a los golpes aquí soy yo, amigo.-Levantó su cara, quitando el cabello que lo cubría. Me vio a los ojos. Sonreía.
-No tenías por qué meterte.
Pude apreciar su cara, aún tenía la marca del zapato del sujeto. Su ojo derecho estaba enrojecido y comenzaba a hincharse. Un poco de sangre salía de su mejilla raspada. Yo estaba impactado. Temblaba y a cada segundo salían más lágrimas, hasta que no lo soporté. Mis brazos se pusieron como fideo y me dejé caer en el suelo. Con el rostro completamente apoyado en él, comencé a llorar.
-Perdón...
El día siguiente en la escuela fue de lo peor. Cuando desperté me dolía demasiado la espalda por el golpe de los Nightmare, así que me obligó a caminar de manera extraña, cosa que Mangle y Joy notaron de inmediato. Pero mi promesa de que nadie sabría de los encuentros con Bonnie me hizo sacar otra de mis estúpidas escusas: Me había caído de la cama esa mañana. Ellas parecían no tragárselo por completo pero me dejaron en paz.
En las clases no ponía atención, me regañaron varias veces y en el ensayo con mi banda no di ni la mitad de lo que suelo hacer siempre. Mangle me dijo que fuera a casa, que el dolor de espalda probablemente no me permitía concentrarme, y que me cuidara. Yo no quería discutir nada así que cedí.
En todo el día no vi a Bonnie. Quizá no fue a la escuela, la verdad no tengo idea. Y además, no quiero que me vea. Soy patético, no pude hacer nada por él, no pude defenderlo ¡Soy un asco!
Mientras me hundía en la culpa, mi teléfono sonó. Es un mensaje de Bonnie.
"Maestro, no olvides que hoy tenemos práctica en el parque. Te estoy esperando."¿Qué? ¿Después de lo de ayer aun así vuelve al mismo lugar? ¿Estás loco hombre? No quería ir, pero no podría dejar solo a mi estudiante. Di la vuelta y corrí en dirección al parque lo más rápido que pude. Y efectivamente, él estaba ahí, en los mismos dos cajones donde siempre nos sentamos a practicar, donde sucedió todo la noche anterior.
-¡Maestro! Creí que me dejarías solo.
-N, no, lo siento.
Bonnie estaba sacando su guitarra del estuche, dándome la espalda. Solo podía ver su largo cabello sobre sus hombros. Me senté.
Terminó de sacar su guitarra y aun dándome la espalda, comenzó a atar su cabello como de costumbre. Cuando terminó volteó a verme.
-¿Comenzamos desde el principio?
Me quebré por completo de nuevo. Su ojo estaba muy hinchado, tenía una bandita en la mejilla, pero seguía sonriendo, como siempre. Me sentí tan mal, tan impotente, ni siquiera podía moverme. Todo eso fue mi culpa.
-¿Bon? ¿Estás bien?- Escuché que me dijo cuando se dio cuenta de la expresión en mi rostro.
-¡Eh! ¡No! No es... -Giré mi cuerpo hacia el otro lado y cubrí mi boca con la mano. No sabía qué mierda hacer. Estoy temblando, quiero vomitar, quiero irme. No puedo voltear a verlo, está herido y es mi culpa...
No voltee pero sentía la mirada de Bonnie sobre mis hombros, ¿qué estará pensando de mi ahora? Estoy seguro de que me odia, cómo no hacerlo. No hice nada por el ayer. Siento como mis ojos vuelven a llenarse de lágrimas y aprieto mi mano contra mi rostro. Soy un idiota...
En eso siento cómo Bonnie me abraza desde atrás. Sus brazos son cálidos y me aprietan hacia su cuerpo. No puedo reaccionar de ninguna manera, solo me pongo colorado mientras lágrimas caen por mis mejillas rojas.
-Gracias, maestro. Por haber estado ahí. Por protegerme. No quiero saber cómo me hubieran dejado de no haber sido porque apareciste. Gracias.
Mis ojos se ahogan en lágrimas y exploto. No puedo hacer nada más que cubrir mi cara con mi brazo entero para que mi manga absorba las gotas. Lloro, y por cada contracción que hace mi cuerpo, Bonnie me aprieta más. Él apoya su rostro en mi espalda y ríe. Mi Bonnie....
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Gracias, maestro. *Bon y Bonnie FNAFHS*
Fanfiction***Este fanfic no tiene besos, lemmon, yaoi ni nada por el estilo, solo un par de tortolos buscándose problemas :'u <3*** Hace poco conocí a un chico, ese sujeto de la banda de los animatrónicos. No había nadie que me llegara a los talones en la...