Mozart

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-Mozart se presentara aquí en Salzburgo para presentar su reciente obra "Gran misa en do menor"

-¿Mozart?-Yesung dejó caer su vaso de agua ante la ilusión de conocer a su más admirado artista.

-Si, ese mismo.

-¿Cuando?

-Hoy.

Llevaba varios años pensando que tan hermoso pode escuchar esas hermosas melodías que el artista componía. Lograba escuchar a varios artistas de calle que tocaban las melodías de Mozart, sin en cambio, no era lo mismo, no tenían ese mismo sentimiento. No le agradaba demasiado viniendo de otros.

Se olvidó del desayuno que estaba enfrente suyo mientras dejaba los cubiertos a lado suyo. Tratando de imaginarse como era este en persona, pues había escuchado a decir de muchos que era apuesto a pesar de su cabello algo largo y poco arreglado, pero no perdía ese encanto que su sonrisa se reforzaba. Incluso hasta se imaginaba como seria tomarle la mano y presentase como fiel admirador suyo.

-¿Crees que quiera conocer a un cantante de opera?-HeeChul recargó su mentón sobre la palma de su mano.

El azabache solo fruncio él cejo ante aquel comentario, por lo menos el se mantenía de su propio dinero. No como el mayor que solo sonreía a los hombres y los traía arrastrando detrás suyo. Y no solo hombres, también a las mujeres. No podía creer la suerte que el tenia, ya hasta hubiese querido nacer con ese imán que HeeChul se cargaba. Aunque en muchas veces eso era incomodo, no podía creerlo.

Aun así, se le hacia una gran y hermosa coincidencia que el destino le ponía.

Pues la noche anterior, se había presentado en el teatro nacional para un gran espectáculo. Y ahora que podía disfrutar de Salzburgo por unos días, mozart se presentaba en el periodo que tenia por vacaciones para descansar su garganta.

-Es lo mejor que me puede pasar.-Susurró llevando su mirada hasta el vaso de agua había derramado.

-Bueno, ayer salió la noticia y los boletos se han. ..

-¡¿Y hasta penas me dices?!-Musitó molesto y levantándose de la silla logrando rechinar esta.

-Ayer estabas ocupado Yesung.

-Pe-pero Hyung. . -Susurró un par de veces y sintiendo como sus ojos se comenzaba a aguadar.

HeeChul se quedó callado por unos largos segundos. No iba a caer en esa trampa, pero no solo eran lágrimas faldas, iban a ser de verdad, sus ojos se habían vuelto un tanto rojos y movía su quijada para quitar ese nudo que se formaba en su garganta.

No iba a ceder, o quizás si. No, si, bueno estaba bien, alzó sus manos hacia a el pidiendo que se calmara que no llorara. Pero al parecer no iba a ser escuchado por el artista, puesto que el menor comenzaba a moquear. Eso no estaba bien, podría ir trayendo un pañuelo y chocolate caliente para consentirlo, no podía creer que a los 30 años de este se comportara de esa forma.

Yesung se deshizo el moño de la corbata del traje que llevaba ese día, ya no estaba de humor para nada. Que sentido tenía quedarse en ese país si no podía conocer a su artista preferido, y no solo era un artista, era casi el padre de la música.

Hubiese seguido con esas intenciones de llorar, si no hubiese sido por un trio de boletos que se poso enfrente suyo que lo sacó de sus pensamientos y le hizo parpadear unas cuantas veces para aclarar su mirada y comprar que eran tickets, tickets que tenían impreso con tinta la palabra Mozart y el número de asientos.

-¡Woah!-Arrebató aquellos tickets de quien haya sido su salvador para ver de estos maravillados.-Es-es para Mozart.-

-SiWon ha sido el salvador del momento, aleluya.-HeeChul sacó de su gabardina su pañuelo para fingir limpiar las lágrimas.

Mozart [KyuSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora