ChanYeol amaba despertar así: envuelto en sábanas livianas, con los rayos de sol golpeando esporádicamente su rostro cada que las cortinas se movían al compás del viento, una suave brisa inundando su cuerpo, y envuelto en un reconfortante abrazo.
Amaba sentir aquellos protectores brazos envueltos alrededor de su cintura, el suave latido del corazón contrario golpear su espalda, la dulce respiración acariciar su nuca, causándole cosquillas; piernas entrelazadas y una barbilla afilada posada justo en su cuello.
Su corazón empieza a latir descontroladamente, como si se tratase de la primera vez experimentando aquella sensación tan cálida recorrer su cuerpo.
Amaba, sin duda amaba al hombre que lo eligió, al hombre que le brindó felicidad en los peores momentos, al hombre que le prometió compañía eterna, al hombre que miró más allá de su fachada, al hombre llamado Wu YiFan.
Días, semanas, meses y años han pasado desde aquella vez que se vieron por primera vez. El recuerdo sigue latente en la memoria de ambos, estando allí con el único propósito de hacerlo inmensamente feliz. Y es que, ¿cómo no serlo? Cada día de su vida es más hermosa, brillante, sumamente especial. ChanYeol es feliz hasta en esos días que ambos se quedan en la cama, sin hacer nada indecoroso o algo por el estilo, solamente estando ahí: abrazados, bien juntos bajo la sábana que los cubre.
Por supuesto que, hay noches en que la pasión se desborda de sus sentidos, obligándolos a unir sus cuerpos en una danza suave y armoniosa. Porque en esos momentos no hace falta la prisa, la fuerza o la rudeza. No. Todo es lento, bien amoroso, como a ambos les gusta.
ChanYeol adora la sensación que le provoca cada gesto dedicado a él, por muy pequeño que sea, logra moverle el mundo entero. Una mirada, un beso, una caricia, un "te amo" susurrado al oído es suficiente para recalcar que, efectivamente, Wu YiFan fue creado para estar a su lado.
ChanYeol decide dar media vuelta para quedar frente a YiFan y así poder admirar la belleza que éste obtiene al dejarse llevar por la bruma del sueño. Desliza la mano desde su pecho hasta su cuello, trazando un delicado camino para no perturbarlo.
Acuna gentilmente la mejilla de éste en la palma de su mano y con el pulgar acaricia la misma, perdiéndose en la suavidad de su piel. Sin esperarlo, ChanYeol se encuentra sonriendo hermosamente, producto de la felicidad que inunda su pecho.
Amaba a ese hombre más que nada en el mundo. Lo amó desde la primera vez que intercambiaron miradas, lo amó desde la primera vez que sus manos se rozaron accidentalmente, lo amó desde que su hermosa voz se apoderó sus oídos.
Todo con YiFan era fantástico.
ChanYeol se encuentra viviendo el sueño de toda persona: Vivir feliz por siempre con alguien a su lado. Porque sí, él creía en los finales felices y, para su suerte, estaba experimentando uno.
YiFan abre los ojos lentamente, producto de las gentiles caricias que recibe su rostro. Al enfocar la vista y ver a su amado ChanYeol, no pudo evitar contagiarse por su sonrisa.
Esa era otra cosa que ChanYeol adoraba: La suave sonrisa que le dedica YiFan todas las mañanas luego de despertar.
—Buenos días —Dice ChanYeol una vez que hunde su rostro en el cuello del contrario.
No pasa mucho tiempo para que YiFan pase los brazos por su cintura y lo estruje más contra su cuerpo, formando un abrazo cálido y especial.
—Buenos días —Responde—. ¿Cómo dormiste?
—Muy bien.
Luego de eso, el mayor levanta la cabeza de ChanYeol de manera lenta con la ayuda del dedo índice y pulgar, los cuales se aferran a la barbilla de éste.
ChanYeol no tarda en mirarlo directo a los ojos, perdiéndose en la profundidad y oscuridad de los mismos. Pero lejos de sentirse inseguro o perdido, consigue todo lo contrario.
No tardan en conectar sus labios en un beso lento, dejando libre sus manos para acariciar el cuerpo contrario y así poder trazar caminos con la punta de sus dedos.
YiFan se aferra a la cadera de ChanYeol para que éste se tumbe completamente en la cama, apoyando su delicada espalda contra el suave colchón y así lograr cernirse sobre él sin apoyar todo su peso.
Las manos de ChanYeol terminan su recorrido en la espalda del mayor, quedándose ahí por un largo rato, ese en el que se dedican simplemente a brindar atención a los labios del opuesto.
Al pasar los minutos, e incluso las horas, por fin conectan ambos cuerpos de manera lenta. ChanYeol suelta un gemido fuerte, producto de la gratificante sensación que atraviesa su cuerpo como si de un rayo se tratase.
YiFan simplemente cierra los ojos, sonriendo ampliamente por la sensación más que conocida de las uñas de ChanYeol enterradas en su espalda. Ahí deciden besarse nuevamente, disfrutando de la pequeña burbuja que ambos decidieron construir con el pasar de los años.
Cuando los movimientos empiezan, el corazón de ChanYeol produce latidos rápidos y fuertes contra su caja torácica. El sudor comienza a bañar suavemente su cuerpo, al igual que el de YiFan, quien toma sus manos para colocarlas a la altura de su cabeza, entrelazando los dedos amorosamente.
Todo es perfecto: cada gemido, cada latido, cada "te amo" que YiFan pronuncia lentamente en el oído de ChanYeol cada que una nueva corriente llena de placer acaricia su vientre.
El menor abre los ojos abruptamente cuando una nueva sensación se suma al torrente de emociones en el que se ha convertido su cuerpo. Conecta los ojos de nueva cuenta con el mayor y éste sigue sonriendo hermosamente, provocando que la comisura de sus propios labios se levante para imitar la misma mueca de felicidad.
Al terminar, sus cuerpos se sienten más livianos, como si se hubiesen quitado un peso más de encima.
YiFan cae sobre el torso ligeramente manchado de ChanYeol, y éste, completamente dichoso luego de la gratificante sensación de su orgasmo, lleva una mano hasta el cuero cabelludo de su amor, para así poder acariciarlo suavemente.
Sin embargo, YiFan vuelve a incorporarse, quedando ligeramente sentado en la cama. ChanYeol le dedica una mirada curiosa, sin perder ese brillo en los ojos que enamoró al mayor.
—Te amo tanto, ChanYeol.
El aludido sonríe y levanta la mano que todavía continua entrelazada con la suya. Sin perder el contacto visual, besa dulcemente el dedo anular de YiFan, justo encima de la hermosa argolla de matrimonio, la cual es señal de que sus vidas están completamente unidas.
—Yo te amo más.
Sin duda alguna, amaba despertar junto al hombre que se apoderó de su corazón.
X
Wow, es la segunda vez que publico en tan poco tiempo y esto es completamente raro. Pero lo más raro de todo es que vuelve a ser un fluff xD
Aunque no importa, de todas maneras me siento feliz de cómo quedó este KrisYeol, mi bebé amado.
También quiero aprovechar para dar gracias por el apoyo que le dieron a mis rarezas. Sé que no es mucho y también sé que no soy tan excelente escribiendo, pero siempre lo hago con mucho amor.
Gracias y hasta más lueguito <3
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Junto a ti [KrisYeol]
FanfictionPorque la felicidad tarda en llegar, pero a fin de cuentas, llega.