Adiós mi tesoro, aunque nunca hayas sido mío
fue tan hermoso el tiempo vivido
que no desearía revertir mis caídas pasadas,
porque gracias a ellas
te encontré a ti en el fondo,
acariciabas mis penas
y las dejabas volar.
Mi salvaje despedida fue un ardiente fuego en mi garganta como miles de alfileres que hacían que mi corazón sangrara.
Dejarte entrar fue mi peor pecado
y dejarte salir fue mi castigo.
No esperaré una absolución en vano
para poder revivir a mi ser apagado.
Adiós mi tesoro, a pesar de no ser de mi pertenencia,
y si no te molesta mi impertinencia,
permitiré a mi alma hablar,
dejarla expresar todo lo que tus oídos no pueden escuchar.
Desde mis ventanas pude ver caer gotas de transparencia cristalina, emociones subiendo y bajando cual colinas en la pradera,
dulce sueño pero amarga pesadilla a la vez.
Adiós mi tesoro, te dejo en libertad.
Corre hacia tu verdadero amo y deja que acaricie tus gracias como si fuera mi propia mano.
Tu atractivo brillo me faltará, pero las esperanzas me sobrarán.
Porque siempre serás mi tesoro hallado
sin ser verdaderamente abandonado.
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Lo Que El Corazón Piensa || #JustWriteIt
PoetryEscribo lo que siento; a veces cuando no piensas en una historia entonces piensas en versos de naturaleza hermosa y melodías que sólo pueden ser emitidas por estrofas. Los siguientes poemas son pequeños extractos de los más profundos sentimientos y...
