El dulce caballero de noble reino

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Llevo tiempo infinito intentándolo desterrar de mi alma y así salvarme mientras pueda, no lo he conseguido, por supuesto, ¿si fuera así escribiría esto?

El problema ha radicado en mi misma, yo me ilusione, yo fui la que creó sueños imposibles de una vida juntos y también fui yo la que recuerda una y otra vez cuando era bueno.

No, nunca hubo benevolencia, sólo una mascara y su fachada que aún seguía en pie.

Nunca me di cuenta de su maldad, no era como la mía, por supuesto, él buscaba que irremediablemente cayera ante él, debe ser feliz, lo hice.

¿Qué espera ahora de mi ser? Mis rodillas están ancladas al suelo, ya más no puedo descender, sangrar pronto me matará y es consiente de ello ¿es eso lo que anhela?

Cumplió la misión encomendada por el destino, ninguno había logrado acabar con la bruja, sin embargo, él sí.

Es el héroe de la historia, el caballero que con brillante armadura camina airoso enseñando su magnificencia, jactándose en su triunfo.

Se jacta de haberme hundido en la miseria más absoluta en la que un corazón pétreo se funda.

He caminado si rumbo en búsqueda de mi salvación, yo la bruja desalmada, esperaba hallar en él la luz de mis tinieblas.

Pero resultó perturbador cuando la penumbra de su interior eclipsó el destello de su figura exponiendo su lado oscuro, ese que juré a los cielos jamás hallaría en él.

¿Pero qué ilusiones tiene una niña en cautiverio? Es un hombre no la llave a mis cadenas.

Esperaba salvación, lo confieso, nada me habría hecho más Feliz, librarme de la piel quebrada y mortecina, resabios de la vida que labré.

Luz era mi cometido con él, el suyo apagar el rescoldo de vida que aún conservaba, porque la había.

Una estela andaba en mis oscuros penares, iluminaba mis ojos en un destello ¿vería el resplandor de ellos? Brillaban, la esperanza brilla, el deseo brilla ¿quiso dañar la estela que consuelo me daba?

Se llama a sí mismo caballero de heroicos actos, de nobles sentimiento y amor reservado. Miente, sus falacias son ahora evidentes, no las vi, por supuesto, su armadura escondió su rostro, el brillante metal cubrió la sardónica sonrisa con la que hoy me mira, con la que pulula alegre.

La soledad labrada por mi misma lidera la oscuridad desde su trono en llamas, la única fuente de calor y luz, el único punto en el que existir; sin el trono lastimero de soledades silenciosas, no habría sino nada en la oscuridad verdadera, aquella que creí conocer pero jamás concebí en su esplendor, si así se lo puede llamar.

Desearía haber seguido la estela, no su brillo de plata y acero espectral; la luz que ardía en mis ojos tras su paso, de algún lugar debía venir, habría hallado paz y la piel pálida...Rosa se habría tornado, el frío del tuétano se habría esfumado para ser calidez.

Pero tuve que creer en sus promesas jamás dichas, aquellas que yo leí aún si en la penumbra las letras se diluyen en sombras.
¿Qué pasará cuando la llama se apague? Me destruyó, me envolvió en muerte, en la oscuridad de mi alma; seguro ya no habrá esperanza, a la niña le arrebató la inocencia

¿cómo creer en fantasías nuevamente si la fantasía misma a dejado su ser lejos? No hay sueños, no hay amores, no hay luz pues dejó de existir.

No hay nadie salvo un cascaron, esa soy yo. El ríe en su castillo, con sus doncellas, exhibiendo el corazón que logró arrancar de mi pecho.

Adiós bello lector, te hablo desde las cenizas de la soledad, soy la bruja hablando.

No te apiades de las desventuras de esta pobre alma, al final, yo misma las busqué; ten lastima del caballero que sabe cómo mentir, porque lo que acabas de leer es lo que nadie te va a decir, para todos el bueno es quien sonrie feliz, y es de él la historia que se ha de contar.

La culpa recae en mi, tiene razón al estar sobre mi espalda ¿cómo culpar al caballero vil que engaña? Si tan solo no hubiera una inocente a la que engañar ¿cómo culpar al caballero si la bruja se entregó a su muerte sin la más mínima queja?

Queda en tus manos, lector, decidir si tengo razón, si mía fue la culpa, y en inocencia pura caí en las garras blasfemas del amor.

Cripta de emociones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora