No puedo pretender el andar que deseas
Los dulces pasos que se deslizan el hielo
Elegancia reacia en mis pies
La torpeza propia de mi ser.
Deseas mi perfecto
Ese ideal extraño que no será
Mírame ahora mientras caigo
Que mi sonrisa obtendrás si me levantas.
Espejos rotos he dejado
Escalones con sangre he pisado
No te indultes frete a mis ojos
También has caído y sangrado.
No eres dios de estatuas
No eres sino como yo
Lástima yo en la tierra
Mientras te elevas en el ideal.
Busco quien me sostenga,
En mis innumerables torpezas,
No quien se crea Zeus,
Para juzgarme como mortal.
Yo sin embargo te quiero,
Triste mi alma que lo hace,
Pies que intentan aparentar,
Ese vuelo que tu profesas.
Ven a mí ¡oh dios de las alturas!
Trae contigo la ligereza,
Envuélveme en esplendor,
Sin dejar de lado mis partes izquierdas.
Quiéreme como soy,
Enaltéceme en mis caídas,
Que sea yo una diosa,
Si bien de la torpeza.
No camino en línea recta,
No diré que no he caído,
No hablaré de mi pureza
¿Cariño, que sacas con mentir?
Te he visto en las piedras,
Probé tu sangre en ellas;
Ahora dices que no tienes
Gota alguna de torpeza.
Ven a mí, mísero mortal,
No eres más que yo,
Humano has sido credo,
Humanos hemos de amar.
Tú y yo, almas entre piedras,
Que caminamos y caemos a designio divino,
No pretendas olvidar tu paso
Por este nuestro camino estrecho.
Tú me dejas en el suelo
Aun cuando ambos caímos,
Te idolatras a ti mismo
Olvidando mis susurros.
Desprendes una luz que no te corresponde,
No eres dios, te lo recuerdo,
Llévame contigo aunque hoy sea
Que para el mundo seamos eternos.
Mi último lamento,
De tu despreciable encanto
Te recuerdo somos humanos
Destinados a caer.
Si tan sólo lo supieras
Caer te encantaría
Se como yo que camina entre rocas,
Animosa y expectante por humana ser.
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Cripta de emociones.
PoetryEsta es una recopilación de cartas, poemas, que muestran los sentimientos encriptados por las figuras literarias.