Llegue y me dirigí a la puerta estaba apunto de salir cuando me tomó del codo y me dio media vuelta.
-Si sales de esta casa, ten por seguro que llamo a tu mamá y le cuento a donde vas y cual es tú propósitos- tenía una mirada seria, una que nunca había visto y eso me preocupo bastante, al punto que me llegue asustar.Lo quede mirando fijo, como si fuera una una batalla, una vez que el la baja me dirijo a mi habitación escuchando un bufido que viene de mi espalda, cierro la puerta y empieza a golpear.
-Ya no te comportes como una niñata, ya tienes 21 y no es la ultima fiesta del mundo y menos el ultimo pene que no te cojeras.
-Me importa un huevo si no es la ultima fiesta del mundo o el único pene del mundo, pero lo único que quiero en este minuto es cojer y vacilar, cosa que me extraña de tu parte además de que te quejas, si cualquiera que se te abra de piernas se lo metes, así que tu no eres un muy buen referente.
Se quedo en silencio y toco la puerta de la manera que hacíamos cuando nos tratábamos de disculpar, esto se nos ocurrió cuando peliamos la primera vez. Abrí la puerta y hay estaban esos ojitos de perro que lograban que hiciera cualquier cosa.
-¿Me perdonas por ser un tonto?
-Obvio, para que estamos los amigos-me iba abrazar pero me eche para atras- pero eso no significa que no ire.
-Esta bien pero voy contigo y no te separas de mi, por favor no quiero que descubran como eres en realidad.Lo mire y asentí. Luego de media hora llegamos a la fiesta pero rápidamente me separe de el y no se dio cuenta gracias a la chica de ayer que lo encaró por haberla dejado sola en la cama, me dirigí al primer chico que me llamo la atención, era pelinegro y de ojos plomo, era un chico bajo perfil igual que yo, pero eso no significa que sea un santo.
-hola
-hola- respondió con voz ronca, que por cierto me dieron ganas de escucharlo gemir al tiro.
-me preguntaba si te gustaría ir a un lugar privado.
- emsss.. Esto fue demasiado rápido, de echo pensé que tendría que ir a cada rato a buscarte algo para tomar, pero gracias.
-no hay de que, ¿vamos a mi casa?
-si claro, ando con auto.
Salimos y yo mire a la todos lados para ver si estaba, pero al parecer no, pero el tenia el juego de llave, pero mi madre siempre guarda una en secreto, así que lo tome de pa mano y me dirigió a su auto donde esta noche volvería a probar si es bueno en la cama, ojala lo sea, no quiero después masturbar.
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La Vida Secreta De Una Ninfomana
Teen FictionA simple vista nada fuera de lo normal, chica pelinegra, ojos verde intensos que cualquiera quisiera caer a sus pies, pero... ¿y que pasa en la cama?