Sinopsis.

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Eve era inocencia pura, juventud y decencia.

Cuando la vio por primera vez caminando en las calles de aquél pueblo supo que no era como todas esas mujeres ordinarias, el olor exquisito a su sangre emanando de una pequeña cortada en su mano derecha le invadió las fosas nasales y Lucian supo que ella era la indicada.

Ella poseía algo que el vampiro no podía describir, y eso mismo le hacía resaltar entre todas las damas, eso hacía de su sangre una de las más fragantes, más apetecibles.

Tenía que poseerla, saborear su exquisita sangre.

Fue así como resolvió seguirla con mucha cautela, sin que ella lo notara y ubicó su hogar. Esa misma noche la estudió: supo que tenía una hermana y un abuelo, que los tres vivían en condición de pobreza, pues el viejo estaba muy enfermo como para mantenerles, obligando a las hermanas a trabajar en lo que pudieran.

Todo esto impulsó una siniestra idea en en Lucian que beneficiaría a ambas partes.

Así, una noche cualquiera visitó al viejo y pidió la mano de su nieta mayor.  La muy hermosa pero nada exhuberante Eve, el objeto de todos sus deseos retorcidos.

Su plan consistía en desposarla, y usarla como alimentadora al igual que todas las doncellas que fueron antes que ella. Luego cuando se aburriese de ella, del sabor de su sangre, de su belleza, de toda ella; la mataría al igual que las otras y buscaría una nueva doncella como reemplazo.

Lo que nunca imaginó Lucian Arlond Rex Vorhis es que ella fuera a convertirse en su adicción, desafiando sus convicciones sobre "no atarse a nada ni nadie".

En sus ochocientos años de vida nunca le había sucedido algo similar y esto, por supuesto lo hacía mas interesante
Porque sabía que su primer y único tormento tenía nombre propio: Evie Mortum.

La joven con la que se había casado. 


La esposa del vampiro (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora