Ana mira por la ventana, viendo los árboles secos, y marchitos sin sus hojas... pensando ¿Qué pasará mañana?, ¿Aprobará el exámen?.
Ana se hacía muchas preguntas, pero ninguna tenía respuesta.
Hasta que se sobresalta de la cama al escuchar la puerta.- Ana cariño, es hora de dormir, apagaré la luz ¿Si?
- Si...
- Buenas noches bebé
- Mamá...La madre de Ana se ríe dejando la puerta cerrada, no sin antes apagar la luz.
Cuando la luz se apaga, Ana se escabulle entre las sábanas, tenía miedo a la oscuridad.
Respiraba muy acelerado, casi era imposible respirar con tantas sábanas encima.- Sh.. Sh. Shhhhh. Shhh.
Ana se aferró más a las sábanas al escuchar eso.
Después de unos segundos, decidió ver que todo iba bien.
Bajó de su cama parándose, cuando unas manos agarraron sus pies llevándola hacia quien sabe donde...- No. ¡No porfavor!, ¡Otra vez no!
<< Tienes que recordar... que no soy un monstruo. >>
Todo se veía oscuro, hasta que una voz poco audible llamó a Ana
- Ana, cariño, levántate
Ana abrió sus ojos con dificultad, ya que no había dormido. Se levanta y va directo al baño, se cepilla los dientes y luego mira el espejo; al mirar su reflejo en el espejo, puede ver que tiene unas marcas en el cuello y otras dos en la mejilla, pero no son como picaduras, sino, como rasguños, se sobresalta al verse del susto, y se pregunta ¿Cómo su madre no pudo notarlo?, ¿Fue sólo una pesadilla?, pero si ella lo sintió, lo oyó, lo... vivió.
Ana toca sus mejillas suavemente y repite casi balbuceando<< Fue sólo una pesadilla. >>
<< Vamos Ana. No es real... fue sólo una pesadilla, como todas las noches... >>Ana no recordaba nada de la noche anterior, pero debía ir al colegio. Ella no recordaba nada, no sabe desde cuando le pasan estas cosas, podría ser que empezó hace mucho, como también pudo ser sólo ayer...
Se encontraba con su mejor amiga
- Hey Renata, ¿Tengo algo en el cuello o la mejilla?
- No, ¿Por qué?
- Por nada...Dijo Ana en un susurro, tratando de entender porqué ella lo veía y los demás no.
Ana se sentía frustrada, cansada, confundida, sólo quería llegar a casa e investigar todo a su alrededor, ver si hay marcas, algún escondite, una puerta secreta.... No, ya dejó que la imaginación la llevara.
Al llegar a su casa, dejó unos cuadernos en su escritorio, cuando vió un papel arrugado y amarillento, éste decía<< Recuerda que no soy un monstruo. Soy Patrick. >>
Ana asustada, miró todo el cuarto, no había nadie, entonces respondió en aquel papel
<< ¿Qué eres? >>
Se fué de la habitación, porque su madre la había llamado para comer
- An, cariño, hay sopa
- Aún no comprendo porqué sigues diciéndome así...
- ¿Cómo?, ¿An?
- Sí...
- Me gusta llamarte así, ahora comeAna aleja el plato, y mira seriamente a su madre
- Am.. No tengo hambre
- Tienes que comer algo hija.Ana no le dió importancia y se dirigió a su habitación.
Se recostó en su cama, y escuchó un ruido. Se dirigió donde se escuchó, y el sonido la llevó nuevamente a su escritorio, se impactó al ver el papel con algo nuevo escrito<< Puedo ser lo que tú quieras >>
Ana se alejó asustada y se dijo a sí misma
<< No puede ser >>
El grito de su madre, la sacó de sus pensamientos
- ¡Ana, vuelve aquí!
Ana miró la puerta y casi tartamudeó
- Y... Ya voy...
Se aproximó a la puerta y escuchó una voz ronca tras ella
- Jaja. ¿Qué tenemos aquí?...¡Ah sí! Una gorda tonta..
Ese alguien comenzó a reír fuertemente, aturdía y daba escalofríos.
Ana se dio vuelta y no vió a nadie en la habitación, y se dijo a sí misma<< No fue nada, sólo.... Sólo no des importancia. >>
Presionó el picaporte y salió de su habitación, encontrándose con su madre enojada. Ésta apretó su brazo y la arrastró a la mesa
- ¿Qué es lo que pasa contigo Ana?
- Nada mamá, sólo....Ana rascó su cabeza intentando inventar una escusa, cuando escuchó una voz en su cabeza, era la misma que la habitación
<< Dile que solo estás cansada. >>
- ¿Sólo?
- Sólo estoy cansada, mamá.
- Bien, entonces vé a dormir.Ana obedeció, pero no quería volver a aquella habitación, tenía miedo de encontrarse con algo allí, y pensó.
<< ¿Acaso me estoy volviendo loca?, ¿Ahora escucho voces?, no quiero entrar... >>
Abrió la puerta y se recostó en la cama, se tapó y nuevamente escuchó la voz
- Me gusta que obedezcas, Seis.
Ana no lo podía creer, estaba tan asustada, curiosa, enojada, nerviosa. Muchas emociones recorrían por su cuerpo, y aquella voz la ponía más tensa aún. Hasta que pensó, y contestó
- ¿Me llamaste Seis?
- Sí. ¿Te gusta?
- Me llamo Ana.... Y tú ¿Patrick?
- Sí, creo que haz hablado mucho por hoy. Dulces sueños Seis.Patrick comenzó a reír fuertemente y algo le tomó sus pies
- No. ¡No porfavor!, ¡Otra vez no!
Ana se despertó con un fuerte dolor de cabeza, apagó la alarma e hizo lo rutinario. Ir baño, cepillarse, peinarse y.... ESPEREN, tenía otra marca, ésta ya era muy visible, tenía la cara arañada, y cuando se puso el uniforme escolar, en su abdomen había sangre seca.
Decidió ducharse e ir al colegio. No se había maquillado, porque según ella, sólo era psicológico.
Ana tuvo que ir al colegio en bicicleta, porque era jueves, y los jueves su madre trabajaba temprano y llegaba tarde a casa.Ana se sentó en el asiento de atrás, como siempre, y notó que todos la miraban, hasta que llegó Renata y se sentó a su lado
- Dios Ana. ¿Qué carajos te pasó en la cara?
- ¿Qué?, ¿S... Se nota?
- ¡Claro que sí!, tengo maquillaje, ven, vamos al baño.Salieron de su salón y se dirigieron al baño, mientras Renata maquillaba el rostro de su amiga
- ¿Qué te ha pasado?
- No lo sé, no recuerdo nada...Después de unos minutos silenciosos, Ana gritó, asustando a Renata
- ¡Patrick!, ¡Fue Patrick!
- ¿Patrick?, ¿Y quién es ese?
- Escucha, no estoy loca. Ayer hablé con alguien en mi habitación, dijo que se llamaba Patrick. Estoy segura de que fue él.
- ¿Pero te quisieron violar?, ¿Fue el estúpido del amigo de tu hermano?
- No, no, osea... Es complicado. Ya tenemos que ir a clase
- Tienes razón, vamosAna y Renata se sentaron atrás, como siempre.
Unos quince minutos después, llega el profesor con un chico, era alto, blanco, tenía el cabello castaño y tirado al costado, sus ojos eran miel, y era delgado.- Buenos días alumnos, disculpen el retraso, tengo el honor de presentarles a Steve, será su nuevo compañero.
Steve, puedes sentarte con Renata y Ana.Steve se sentó con ellas, sacó sus útiles y por fin habló
- Hola, soy Steve, tengo dieciséis años y.... Bueno, soy nuevo, no conozco a nadie y me encantaría poder estar con ustedes en el recreo.
Ana lo mira y contesta
- Claro, no hay problema.