Capitulo Especial: La sensación de la nieve

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Lejos de todas las situaciones ya vividas, nuevamente me vi demasiado incomodo en lo que fue la navidad del año 2015. Me encanta el frio, lo admito en su totalidad. No debo ser el único. El sol es solo una especie de estrella que sustenta la vida pero la hace incomoda. Que irónico. Yo, Esteban Reynolds, debo enfrentarme a la situación más difícil que alguna vez pude vivir.

Seria más fácil pelear con demonios que lo que estoy a punto de hacer. El tener que ir a un fiesta de navidad en donde me topare con Applejack, la chica que me rechazo en el baile de otoño. Ya pasaron como dos meses, creo yo, de ese acontecimiento que me ha dejado una herida incomparable en el corazón, no se lo he comentado a nadie más que a Maud, y también a un par de libretas en blanco en donde hice algunos escritos de esa noche y de lo desgarrador que me hizo sentir.

Era 19 de diciembre, creo. Pinkie, como siempre es la chica que organiza todo, nos había dicho que sería una grandiosa idea el invitarnos a su casa para poder celebrar la navidad. Desde luego no podíamos hacerlo el verdadero 25 de diciembre, ya que todo el mundo estaría con sus respectivas familias. Por lo cual es mejor de cierta manera el poder hacer eso ahora que tenemos tiempo libre.

Todos comentaron que sería de lo mejor. No tengo muy buenos recuerdos de las navidades pasadas. Tengo los vagos momentos en los que veía un familiar poseído por el alcohol, sin regalos, encerrado en mi habitación para no escuchar gritos.

Cuando era niño me gustaba mirar a la ventana que estaba empañada y que nublaba un poco mi vista, pero era lindo el poder ver las luces de la ciudad. No recuerdo que era lo que quería ver todas esas noches, pero estaba esperando una luz roja en el cielo que me llenaría de ilusión, de esa ilusión en la que solo un niño puede sentirse feliz aunque sea por los problemas que yo tenía en mi hogar, cuando mi madre vivía conmigo.

¿Hubo algún momento feliz? No. Me gustaba estar solo en mi habitación, escuchando algo relajante, quizás un piano o música jazz, cuando tenía 8 años, ese era mi género favorito. Mamá me decía que las cosas iban a mejorar que no me tenía que preocupar por una pequeña discusión. Todas mis navidades fueron prácticamente lo mismo. Estaba encerrado mi cuarto con un par de amigos imaginarios, aunque la madurez termino matándolos. Uno de mis regalos favoritos, y creo que fue el único, es cuando conseguí un pequeño carrito de bomberos. Me gustaría mucho ser uno, salvar vidas, sentirme importante, arriesgarme por los demás...., pero no. Termine siendo un perdedor. Es por eso que no me gusta explorar en los momentos pasados de mi niñez, que es lo más triste que pude vivir.

Mis padres se enfocaban mucho en lo que era que yo madurara y que fuese alguien útil. Así que hicieron lo que muchos padres hacen: "Cortarle las alas a sus hijos". Todo niño tiene un sueño, o una ilusión ¿Nunca se han preguntado por qué de inmediato los desalientan diciéndole al pequeño que debe hacer algo más realista? Yo sí. Papá me dijo que no servía de nada ser bombero porque jamás se detendrían los incendios, y termino diciéndome "Ya deja esas tonterías y busca algo útil que hacer". Mi corazón se destrozó, al igual que mis sueños, creo que ese fue el momento en que cortaron mis alas.

Pero yo mismo me forje otras.

Entonces navidad era de esas épocas en las que me sentía feliz, lleno de luces y un poco de nieve en el exterior. El frio, el chocolate caliente que me preparaba yo mismo. Todo era perfecto en esa época, no me importaba no recibir tantos regalos como mis compañeros de primaria, no me importaba que se rieran de mi por no tener un juguete nuevo y que me llamen "pobre". Me gustaba mucho ver las estrellas en tiempos de frio, me imaginaba a mí mismo pudiendo flotar entre ellas, que con mucho cariño me cantaran para poder dormir, y siempre lo hacían porque siempre terminaba profundamente dormido.

Un Suspiro en Canterlot High (Mlp Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora