Lo que no pude decir.

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Hoy que parece que fue ayer

El día de nuestra despedida

Que juramos no volver.

Como si alguien tomara de tus testículos y los jalara con fuerza a tu rostro así me sentía, lo entiendo no es la mejor manera de explicar lo que sucedía en este momento y el dolor que me causaba estar en esta incomoda y para nada buena situación pero es una manera en que asimilen en qué posición estaba y el como la entendía.

- Ham... este...- carraspeé mientras trataba de saber qué diablos diría, por instinto me lleve una mano a la nuca para sobarme en un intento vano por calmarme ¿Qué le diría? ¿Cómo debía actuar? Pero entre todas las preguntas la más evidente de todas me intrigaba al punto de casi ahogarme en desesperación ¿Por qué tan de repente a Harry le daba por hablar de sentimientos? Después de un leve y mal disimulado lapso de tiempo hable con facilidad. – Era una broma.- ¡Ah! "Claro que sí" pensaba con satisfacción, que mentira tan fácil de decir y tan creíble "gracias a dios Galahad creía que yo seguía siendo un mocoso, es capaz de tragarse que es una broma" que equivocado pensamiento.

- ¿Conque una broma?- interrogo amenazante el hombre que tenía enfrente mío provocándome un terrible miedo que no pude ocultar.

- Ya te dije que lo lamento, me sentía nervioso y confundido. Harry no es para que te sientas importante.- dije con nerviosismo con la voz suave y baja.

- Entonces te falta mucho para ser un caballero.- respondió de mala gana.

- Gracias por los ánimos.- conteste al final mientras rodaba los ojos cansado y con un tono sarcástico para que sorpresivamente Harry me contestara con desdén.

- De nada joven novato; pero esperaba mucho mas de ti.-

Está bien, lo acepto lo que acababa de escuchar de Harry me parecía ofensivo, ok. Más que ofensivo y es que ¿En serio que sucedía hoy con Galahad? Trate de normalizar mi respiración.

-¿Qué esperabas Harry?- mi voz más que autoritaria como quería que se escuchara, sonó quebrada y decepcionada, obligándome a dar un grueso y amargo trago de saliva – Contéstame Harry, acaso ¿Querías que me confesara como una adolecente? ¿Qué te dijera que me enamore de ti desde que te vi? ¿Qué babeo como un loco enamorado cuando te veo de traje y corbata? ¿Qué me toco por las noches pensado en ti? Ya no soy un niño Harry, puedo enfrentar lo que siento yo solo.-

Continúe parado, viendo como las pobladas cejas de aquel Kingsman se levantaban con asombro.

-¿Te tocas en las noches pensando en mí?- pregunto sorprendido sin dar crédito a lo que acababa de escuchar.

- ¿Qué? Espera ¿Qué? ¡No!- Podría jurarlo en este instante ante dios y ante toda su corte celestial y todos sabrían que era mentira y si fuera poco mi rostro estaba ardiendo por la vergüenza. Disimuladamente me lleve una mano a la nariz para quitarme las gotitas de sudor que se habían formado por mi enorme nerviosismo - ¡Harry, es solo un decir! O sea, te acabo de contestar a tu estúpida pregunta y todo lo que me preguntas es que ¿si me toco en las noches pensando en ti?- me acerque al escritorio para golpearlo de lleno con la palma de la mano - Te estás dando demasiados créditos ¿No lo crees hombre?- era gracioso como decía todo lo que no quería decir, es... como explicarlo sin sonar tan complicado, yo lo amaba con cada fibra de mi ser, con cada pequeño respiro, con cada latido y aun así lo bombardeaba con mentiras contradictorias, enserio que yo debía recibir un premio por ser el rey de los idiotas.

- Pues la verdad... si, esperaba escuchar algo más racional y verídico de tu parte Eggsy y sí. Esperaba escuchar todas tus pasadas cuestiones como afirmaciones y no. No creo que me esté dando ni un solo crédito.-

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