Curiosidad ♋ Crisscolfer [EDITANDO]

Epílogo

En realidad le iba a dar su regalo de bodas, algo que jamas olvidaríamos los dos.

El me beso con labios temblorosos al principio, y yo solo atine a acuñar su rostro con una de mis manos y aferrarme a él con otra. Profundicé el beso tan pronto como pude, nuestras lenguas se deleitaron ante tan esperado reencuentro pero ninguna quiso competir por el control del beso, solo disfrutaban la calidez del otro, y ahí supe que mi cuerpo también lo habia extrañado como un loco; que en todo este tiempo sin él jamas habia sentido este deseo cegador, avallasador y doloroso... Me hizo ver nuevamente las sensaciones unicas que Chris lograba despertar en mi.
No besamos por sabrá Dios cuanto tiempo, nuestras respiraciones volviendose erraticas a medida que pasaban los minutos, ninguno se preocupaba de respirar, de detenerse, simplemente nos dejabamos llevar por el momento.
Mi emtrepierna volviendose más y más dolorosa a medida que pasaban los minutos... necesitaba un roce, de su tacto... de él.
-Tocamé... Por favor- musité, sin atisbos de vergüenza. No podía sentir nada que no fuese deseo.
Chris comenzó a recorrer mis costados con sus manos. Ya no eran temblorosas ni dubitante, ahora eran firmes, suaves y recorrían cada lugar al que tenían alcance.
En un moviemento inseperado el castaño me tomó como si fuese una pluma y me recostó en el sillón de mi sala, no dije nada y simplemente me aferre a mis piernas a sus caderas.
Sentí su inminente erección chocar contra la mia y gemí bajito. Lo bese y mordí su labio tan fuerte como pude... me permití besar sus mejilla, su frente y me detuve una ridicula cantidad de tiempo en su cuello, inhalando el enloquecedor aroma de su ser y chupando fuerte cada vena visible. Nuestras respiraciones temblaban y Chris comenzo a gemir bajito mientras yo dejaba un húmedo camino de besos que iban desde su definida mandibula hasta su clavícula. Enrede mis dedos entre su sedoso cabello de color de la miel y me permití tirarlo, ya no eran toques suaves, ahora todo era fuerte, rudo y urgente, como si tenerlo fuese algo de vida o muerte.
Chris me quito el saco y mi camisa con un solo moviemiento, sin pensarlo comenzo a besar mi pecho mientras sus manos acariciaban mi abdomen. Yo era un desastre de gemidos guturales, sudor y deseo.
Me deshice de tanta de su ropa como me fue posible y comencé a pellizcar con mi boca cada parte de su palida piel para luego lamerla, saborearla y memorizarla.
No sabia muy bien lo que estaba pasando por mi cabeza, no queria pensar, analizar ni planear ninguno de mis movimientos, esta noche habia decidido desconectar mi mente y solo abrirme al deseo carnal... Con Chris.
En un abrir y cerrar de ojos nuestros cuerpos estaban desnudos, sudorosos y agitados. Mis manos recorrian su definida espalda y se detenia para acariciar su redondo, suave, tonificado y glorioso trasero. Quería tocarlo, lamerlo, chuparlo y besarlo tanto como pudiera. Chris me saco de mis cavilaciones al morder mi pezon derecho y enviar una descarga electrica a mis partes más receptivas. Sin dudarlo, aprovechando la cercanía, en un rapido movimiento tomé un poco de mantequilla de la cocina y unte desprolijamete mis manos mientras las llevaba a su entrepierna para ser malditamente bien recibido por una a estas alturas gran ereccion que comencé a acariciar suavemente.
Chris no fue discreto y emitió un gemido que estoy seguro sintió hasta aquel vecino on problemas de audicion que vivia en el primer piso. Ya nada importaba mientras mis manos se movian de arriba hacia abajo con movimientos erraticos acariciando su pene.
-Te necesito- le susurré, moediendo otra vez su labio inferior. Él se paralizó y me miró con rostro confundido. Nunca había visto su boca tan hinchada, sus mejillas tan sonrosadas, au frente tan sudorosa y sus ojos tan brillantes, aquella escena solo me hizo estar aún más seguro de lo que deseaba.- Te necesito... Dentro de mi.- Era una necesidad avallasadora, instintiva y animal que me habia golpeado apenas había sentido su masculinidad contra mi trasero hace ya varios minutos atrás.
No me importaba nada que no fuera él. Lo necesitaba tanto que dolía... y si bien aquel deseo no tenia ningún sentido hasta hace algunas horas, ahora así lo tenía... y mucho.
Chris, por su parte se veía desconsertado.
-Oíste bien, te quiero a ti- susurré.
-Yo no... yo no sé- ambos nos miramos por lo que pareció una eternidad, eran de esas miradas en las que ninguno de los dos necesitábamos hablar para ser entendido por el otro.- e-e-esta bien- susurró.
Chris miró mi cuerpo completamente desnudo y llevo sus manos a mi abdomen, deteniendosé en mis oblicuos, aquella parte de mi cuerpo que por alguna extraña razón parecía gustarle tanto.
-Eres tan sexy- gruñó. Yo solo sonreí como idiota.
Si bebé, sigue diciéndolo... Yo también te deseo, deseo morder esa boca, tocar ese cuerpo.
Chris me volteó de un solo movimiento de manera que mi rostro ahora solo era capaz de ver la blanca y pulcra ceramica de la pared.
Mi mente se detuvo cuando sentí como uno de sus dedos se introducía húmedo y nervioso en mi entrada.
Mordí mi labio. Así, eso es todo lo que necesito.
-M-m-muévelo- susurré después de unos segundos después- ¡Vamos, Chris! Mueve el maldito dedo- gruñí desesperado mientras movía mis caderas.
Chris gruñó bajito, aquel sonido enviando señales directo a mi dura erecciòn. Él, como el inteligente hombre que es, llevo su mano libre hacía aquel lugar que tanto necesitaba de su atención y comenzó a acariciarlo; al comienzo con toques temblorosos y desprolijos para luego de unos instantes adquirir un ritmo cardencioso y perfecto que logró sincronizar con el de sus - a estas alturas- 3 dedos dentro de mi.
En cosa de minutos me tenía bajo su absoluto control.
-Estoy listo, cariño.- gimoteé- hazlo ya- casi supliqué.
-No, n-no pue-e-do, no quiero lastimar- Chris tartamudeó nervioso. Si pudiera mirarlo sabría que vería sus mejillas completamente teñidas de un rojo vivo y su labio siendo atrapado por sus dientes.
¡Oh Dios! Esos labios que quería besar hasta el fin de los tiempos.
-¡Vamos bebé!... sé que quieres hacerlo- susurré persuasivo.
Nunca había querido tanto algo como ahora, nunca había querido tanto a nadie como lo quería a él.
Y sin previo aviso me sentí vacio... Sus dedos me habían abandonado así como también su mano que apretaba a mi miembro y me hacía perder la cabeza.
Me volteé exasperado y casi sollozante por la repentina perdida del contacto.
Traté de acompasar mi respiración y controlar mi palpitante miembro,
Sentí el sonido de un plástico romperse y luego de unos instantes sus manos tibias comenzarón a hacer patrones irregulares a tráves de mi espalda, para luego ser reemplazados por sus labios, esos labios llevándome a mi limite. Su lengua dibujando surcos por mi columna vertebral.
Un grito gutural retumbó en toda la habitación.
Chris se detuvo, la punta de su erección entrando dentro de mi... Tanteándome. No podía ser capaz de describir el caudal de sensaciones que me estaban recorriendo en este preciso instante pero si podía describir el fuego incontrolable que crecía y crecía en mi vientre bajo, los ruidosos latidos de mi corazón y el doloroso palpitar de mi miembro.
Luego de unos instantes en los que intenté dejar de hiperventilar, fui nuevamente sorprendido sin aviso cuando su masculinodad termino de introducirse dentro de mi.
-Vamos, cariño, solo hazlo - le supliqué- me tienes, siempre me has tenido- le susurré al oido.
-Yo solo... No quiero lastimarte.
-Nunca podrías lastimarme, Chris. Me amas, sé que lo haces, aunque no lo digas.
Luego de unos minutos, sentí a Chris sonreír mientras apoyaba su frente contra mi espalda y sostenía firmemente mis caderas con sus manos. Su miembro completamente dentro de mi para luego salir de un solo golpe.

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20 minutos más tarde, Chris dormía profundamente y con una boba sonrisa tallada a su rostro, la misma que seguramente tendría yo.
Nunca me arrepentería de esto. ♡
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¡Hola chicos! Espero que les haya gustado esta historia y este capitulo.
Dejenme sus opiniones en los comentarios.
Los amo.
¡See You Later!
❤💙💚💛💜