Solo 1 dálmata.

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Llegar a casa, cruzando los dedos para no estuviera nadie levantado, y entrar en su cuarto sin levantar sospechas de su ausencia nocturna. Ese era el plan de Danielle.

Trató de limpiarse las lágrimas y los restos de rimel con la muñeca, lo cuál solo consiguió expandir el color por el rostro y manos.

Se descolgó la mochila comenzó a comenzó a rebuscar de nuevo en su interior, cuando algo en su bolsillo delantero comenzó a vibrar. Su movil, acababa de recibir un mensaje. Lo sacó rápidamente, con esperanza de que fuera Sam, pero ni de lejos había acertado:

Idiota: "Eh, panda, ¿buscas algo?"

Tras leer el mensaje, escuchó unos golpecitos en la ventana del piso de arriba. Alzó la mirada en dicha dirección y pudo fijarse en un chico alto tras el cristal, varios años mayor a ella, que la observaba con una sonrisa divertida, mientras jugaba con un manojo de llaves.

-No puede ser... -Murmuró la chica con el rostro completamente pálido.

El muchacho bajó la mirada y el móvil volvió a vibrar al instante:

➽Idiota:"Estoy escuchando ruido en el cuarto de mamá."
Idiota:...
Idiota:"Estoy deseando ver que excusa le pones esta vez."

...:↢
"Vamos Eric, echame una mano":↢

Idiota:..

Idiota:"¿Ayudarte? ¿Que ganaría yo con eso? Ver como te llevas la bronca de despedida será divertido."

...:↢

"Tambien será divertido ver la:↢
cara de mamá cuando se entere
de que quien le roba los

preservativos no es la
limpiadora."


El rostro del mayor dejó rebosar alegría, desvió la mirada un segundo hacía su hermana, con algo de rencor.

Idiota:...
Idiota:"Esta bien, pero date prisa. La puerta trasera está abierta."

Danielle compuso una sonrisa triunfal, no demasiado amplia, y echó a correr hacia la el jardín trasero.

[...]

Samantha llegó a su casa, sin ningun tipo de cuidado. Tras la brutal discusión que había tendido con Danielle 15 minutos antes, le importaba realmente poco lo que podrían decirle por no dormir en casa.

Cerró la puerta y fuerte olor a alcohol le pegó un bofetada. Entró al salón, donde el olor era aun más fuerte, y encontró a un hombre barbudo tirado en el suelo, con una botella de ron vacía en su mano derecha.

En otra situación, ya lo habría ayudado a levantarse y a subirlo al menos al sillón, pero ni las fuerzas ni las ganas la acompañaban esta vez.

Subió las escaleras y entró directa al cuarto de baño, echando el pestillo y sentandose sobre la tapa de WC en silencio.

5 minutos... 10 minutos... 30 minutos... El tiempo pasaba, pero ella no había movido ni un solo músculo. Su punto fijo de visión era la rejilla de la diminuta ducha que había frente a ella. Ninguna lágrima brotaba ya de sus ojos, pero sentía su alma rota en mil pedazos, que se clavaban en su corazón como si de cristal se tratase.

Se sentía traicionada, abandonada. Se había quedado completamente sola.

Meses atras se había autoconvencido de que no era para tanto, un año se pasaba volado, que alguno volvería. Pero ahora lo estaba viendo claro. No iban a volver. Ni Roël, ni Gabriel, ni siquiera Danielle lo haría. No iban a desperdiciar su vida, perdiendo la oportunidad de entrar en un centro que aprovechaba sus cualidades.

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⏰ Última actualización: Jul 08, 2017 ⏰

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