Hay gente que lo usa continuamente, como un "hola" o "adiós", con gente a la que apenas conocen, con personas por las que darían su vida; con todos por igual, arrepintiéndose a veces de haberlo gastado con la persona equivocada.
He de admitir que a veces envidio esa facilidad de expresar lo que sienten sin miedo a la reacción del receptor, haciéndole sentir especial, sin dejarse nada en el tintero por lo que poder arrepentirse si la desdicha decide que no se vuelvan a ver.
Pero para mí gastarla como algo de usar y tirar le resta el valor que representa.
Personalmente sólo he pronunciado esas dos palabras con tres seres queridos en toda mi vida, y las he escrito a gente que cuento con los dedos de la mano.
Puede sonar exagerado, lo sé, pero para mí no son simples letras unidas al azar.
Para mí es abrir mi corazón de par en par y hacer saber a la otra persona que forma parte de él.
Es hacerle saber que daría todo lo que tengo y lo que no tengo para ayudarle aunque no me lo pida.
Es quitarme la coraza de risas y pasotismo y dejar que vean la parte vulnerable que casi nunca muestro, arriesgarme a ser dañada donde más duele, porque confío en que jamás me harían daño.
Es llorar al decirlo sin miedo al rechazo.
Esto no significa que no lo sienta hacia otras personas, es sólo que soy incapaz de decirlo por las circunstancias que sea.
Me arrepiento de no habérselo dicho a gente que ya no está, y lo repito en mi cabeza haciéndome creer que lo oyen, intentando autoengañarme aunque sepa que de nada sirve, sólo para hacerme sentir mejor... Sé que lo sabían, era obvio, cualquiera que nos viera lo diría, pero nunca está de más verbalizarlo, ¿no?
Por eso intento cambiar ese aspecto de mi personalidad, no quiero tener esas tres sílabas clavadas en mi cabeza recordándome lo que nunca dije a quien me importa.
Son sólo 8 letras joder, ¿tan inútil soy? ¿Seré la única idiota?Pero en el fondo me gusta ser así, porque cuando lo uso se sabe que es de verdad, porque los pocos que me conocen se lo merecen; porque después de todo soy de las pocas que pueden decir con orgullo que jamás ha desperdiciado un "te quiero".