"Intentando enamorarte" /Wigetta / Hard yaoi.

Cap5: Caer en la tentacion

Ya era de mañana y la luz resplandeciente iluminaba toda mi cara cosa que hizo que pensara porque no había bajado la persiana antes de dormirme pero luego recordé como me encantaba ver el cielo nocturno y algunas estrellas antes de dormir.Hablando de encantar había otra cosa que lograba que mis ojos brillasen, que mi corazón palpitase cada vez mas fuerte y que mi respiración se dificulte hasta que en algunos momentos parecía que perdía el aire, tal ves suene exagerado tal ves lo sea pero como no serlo cuando uno se refiere a posiblemente lo mas bello del mundo. 

Era Willy, mi chino; mi chiqui; mi todo; posiblemente una de las cosas mas importantes que tenia hasta el momento, todo lo que habíamos hecho juntos, todos los viajes, los planes, las libretas, las tazas, los libros, todo eso ocupaba cada rinconcito de mi corazón dejándolo prácticamente sin espacios para otras cosas.

Tal ves no estaba haciendo bien las cosas con Guillermo, después de todo lo amaba y vaya que lo amaba pero no podia pensar en la simple idea de ser rechazado por este.Se acercaba la hora para ir a cenar con el, no sabia que ponerme todo me parecía o muy formal o demasiado informal ¡Mierda! ¿porque no había pensado en que ponerme antes? Las cuatro horas que me quedaban se habían transformado en media hora.Estaba por tirar todo a la mierda pero decidí tomar aire, relajarme y pensar seriamente.Logre darme cuenta de que quería estar presentable para la ocasión, además el lugar al que iríamos precisaba de elegancia. 

Me dirigí al baño y me di una ducha, mientras que las gotas de agua prácticamente hirviendo chocaban con mi cuerpo pensaba en como se vestiría mi compañero, si eligiria una opción un poco mas informal que la mía o si por alguna casualidad de la vida se le cruzo ir igual que yo, elegante.Era hora de ir a tocar la puerta de Willy para tomar rumbo hacia aquel bello restaurant, el nerviosismo recorría todo mi cuerpo logrando que mi corazón se acelere de una forma inimaginable. estaba deseoso de verlo, de ir a cenar con el, de poder hablar mas tranquilamente, además todavía mi plan no había acabado ya estaba cerca de la ultima fase.                               Lentamente salí de mi habitación sin antes mirarme al espejo como era muy común gracias a la manía de buscar la simetría en mi pelo, llevaba puesto una camisa color negro intenso con las mangas arremangadas hasta el codo y un pantalón de jeans semi-ajustado de un color bastante obscuro, acompañado como no por un saco negro que se abrochaba por la mitad de mi torso.

Camine por el largo pasillo a paso lento pensando claramente lo que diría cuando lo viera, me pare frente a su puerta he instintivamente trague saliva .Toc-toc, toque la puerta únicamente dos veces pero lo bastante fuerte como para escucharlo. Tardo varios segundos en salir por la puerta, se notaba en sus mejillas un tono colorado que me enloquesia, que me hacia perder la poca cordura que mantenía.Salio de su habitación a paso lento y con la mirada baja casi evitando el cruce de nuestros ojos, como si tuviera miedo, miedo a enamorarse.Mi cara de sorpresa devia estar como para tomar una fotografía. 

El estaba increíblemente guapo, como siempre, claro esta. Llevaba puesto al igual que yo una camisa únicamente que la suya era de un color blanco, esta se amoldaba a la perfección a su cuerpo, además de un jean bastante ajustado de un color similar al mio.

_Hora de irnos compañero_. Demostré la mejor sonrisa que podía, necesitaba quitar toda esa tensión que había en el ambiente que tanto nos torturaba y relajarnos, disfrutar de este momento como lo mas bonito del mundo.Mi sonrisa fue correspondida, el me dio una de la mas bonitas sonrisas que había visto en toda mi vida, una la cual mostraba tanto felicidad como timidez. Me enamoraba.

Me encantaría contarles algo emocionante sobre la cena pero la verdad no paso nada del otro mundo, la pase genial eso si pero para mi tristeza mi otro yo decidió esperar para dar el siguiente paso, pensé que ese momento era tan especial que no quería arruinarlo con algo que posiblemente termine mal. Hablamos de diversos temas, tantos que no logro recordarlos, aunque hay algo que recuerdo claramente y eso era su mirada. Una mirada que parecía intentar leer mi mente.Volvimos a la casa los dos cansados de tanto comer, de tanto reir y de tanto hablar porque eso es todo lo que habíamos hecho, me sentía feliz ante su compañía, me sentía cálido, especial.Al llegar los dos nos despedimos y nos fuimos a acostar como si lo que paso hace días antes no hubiera pasado en ningún momento.