"Hijo de la Cenizas"

"La mujer del espectro" parte II

La madrugada estaba muy fresca a pesar de la hora tan temprana y mientras caminaba por entre unas cajas de madera llenas de hortalizas vio como una pareja sostenia un pequeño sueter de color claro con ciertos cortes en uno de los brazos se notaban los jirones de tela que colgaban de entre las manos de la entristecida señora, el posible padre solo mantenia ese rostro serio del asunto mientras notaba la presión que caía sobre su pecho y la impotencia de no tener ayuda para resolver esta desaparición.

Regnar se acerco a uno de los agricultores para saber mas del asunto y quizás encontrar un alivio a ese par de almas atormentadas que no se podia ignorar la tensión que generaba aquél lugar pareciera no ser un evento nuevo ni ajeno en las mentes de esas personas.

Regnar- Almeir me contó que hubo un rapto de un niño en esta tarde.

El hombre de edad avanzada se volvió hacia el, mientras analizaba sus ropas oscurecidas y el emblema de la serpiente repujada sobre el pecho de manera curiosa le miro sin timidez a los ojos mientras se percataba de la cicatriz que atravezaba su rostro.

Aldeano - Eres el hombre que habia visto pasar con el caballo ahora por la mañana mientras le dabas de comer a uno de mis siervos mas jóvenes.

Regnar no dijo nada al respectó a eso quizás fue imprudencia suya por no asegurarse de que nadie lo veia pero al ver el rostro del anciano intuyó que no sentia desagrado por esa acción.

Aldeano-Mi nombre es Ghir soy de los mas ancianos aqui y si preguntas no es la primera vez que pasa esta desgracia sobre nosotros ya con esta son 4 niños que desaparecen en los linderos del bosque de Thormar-

Regnar- Es una niña entonces? -

Ghir- asi es, sus padres a penas han sobrevivido a la ausencia de uno de sus hijos mayores que fueron a otros poblados pero murieron por una peste no hace mucho tiempo atrás haciendo que la pequeña se la trajeran a vivir con sus abuelos unica familia que le quedaba a esa desdichada pareja la cual conocemos muy bien, aquí todos nos tratamos de cuidar pero a veces eso no es suficiente como puedes ver forastero-

Regnar- Me dices que desaparecio en los limites del bosque cierto?-

Ghir- Debes tener cuidado, ahi habita la casa de la hija del terrateniente, nosotros no la tratamos porque creemos que esta poseida por una enfermedad y preferimos ni hablar sobre eso-

El anciano le señalo con su mano el sendero que debia seguir para llegar al punto donde habian encontrado la prenda de la victima y quizás ver alguna pista referente de donde se encontraba escondida la bestia u hombre que se la llevo, sin pensarlo se encaminó hacia esa ruta imaginando el dolor que habra sentido en aquellas garras.

La noche se habia vuelto madrugada, el viento rozaba frío y ligero entre sus ropajes y volvía mas helada la empuñadura en forma de serpiente de la espada mediana que sostenia a un costado de su cadera, el pequeño poblado se alejaba con cada minuto quedando a su espalda mientras que el bosque le daba su bienvenida al extraño visitante, en su mayoria de hojas anaranjadas, rojas o amarillas teñía las ramas de los árboles y el sonido de la vida hacia eco entre aquel sendero oscurecido y melancólico.

Regnar- Parece un lugar normal de campo, no hay mucho donde poder sacar ideas-

La luz de la luna hacia más clara la tierra, mientras el hombre observaba un poco el lugar noto unas cuantas ramas, cogió una y bajandose la manta de la boca lo olfateó... Se dio cuenta que aún estaba fresco por lo que intento pensar de que árbol u arbusto provenía, se acordó que el anciano le mencionó algo de una residencia no muy lejos del poblado, era la parte que no se atrevieron a llegar por miedo a la nobleza del habitante, si algo aprendió en su vida es que la gente con con posicion siempre guarda secretos, camino por el sendero en busca de ese lugar, prefirió no usar los hongos de fuego o una luz propia para evitar ser visto, por algún vigilante que estuviera en ese momento.