La chica que me observa (ECDLB2)

Epílogo

Harry, bajaba del avión con una pequeña libreta café aferrada en su mano.
Dentro había textos dirigidos a la chica que le robó el corazón.

La madre de Harry lo esperaba con lágrimas en sus ojos en la entrada del aeropuerto, su pequeño niño había regresado, lo tomó por los hombros y le dio un gran abrazo.

El camino a casa fue largo y Harry no soltó ni un solo momento su libreta, la ojeaba cada cinco minutos y repasaba cada palabra escrita.

—¿Harry?.

—¿Si?.

—Amina me habló esta mañana.—La simple mención de su nombre hizo que a Harry se le acelerara el corazón.— Sabe que llegas hoy, y quiere que vayas a su fiesta.

—Yo... Yo no estoy seguro de ir mamá.

Harry no creí estar listo para verla, no creía estar listo para enfrentarla. Sabía que si la miraba de nuevo caería y también sabía que el corazón de Amina ahora estaba ocupado.

Y fue entonces cuando su madre giró en la cuadra de Amina, los nervios de Harry aumentaron y se removió en su lugar. Ella estaba preparando el lugar para que llegaran sus invitados. No paraba de pensar en su chico de las bandanas, ¿iría a su fiesta?, ¿podría abrazarlo?, ¿podría pedirle disculpas por haberle colgado la llamada?, eran tantas preguntas que se hacía que ni siquiera se dio cuanta cuando Harry paso por delante de ella.

Harry solo pudo ver su cabello, el cabello que alguna vez dibujó.

Y sus ideas se aclararon.

Iría a verla... Pero ella no lo miraría.
Dejaría sus palabras y nadie lo notaría.

Bajó corriendo del auto, entró a su casa y subió las escaleras de un solo paso, entró a su cuarto y buscó una pequeña caja donde metió su pequeña libreta junto a una pequeña nota con las iniciales "H.S" escritas.
Tomó una bandana verde esmeralda y la amarró a la caja para que esta no se abriera.

Corrió por toda una calle, con la caja abrazada y su corazón a mil por hora.

Se detuvo cuando vio la puerta café de la casa de Amina, recuperó el aire perdido y camino a paso lento hasta la puerta.

Al quedar frente a la puerta, se agachó para dejar la pequeña caja en el piso y levantó su cabeza para mirar el timbre. No dudo en tocarlo. Cuando los pasos se escucharon del otro lado, Harry rápidamente corrió para esconderse detrás de un árbol y no ser descubierto.

La puerta se abrió lentamente y dejó ver a una chica, que al dar un paso al frente se tropezó con una caja. Rápidamente la tomó entre sus delicadas manos, leyó la firma en la nota y rápidamente supo de quien provenía, quitó la bandana y sacó la pequeña libreta, la observó por un momento y acarició su pasta.

Leyó las 29 notas, leyó las palabras de Harry, leyó las palabras de el chico de las bandanas, y su corazón se encogió, abrazó la libreta y una pequeña lágrima resbaló por su mejilla. Quería verlo, necesitaba hacerlo, quería abrazarlo y nunca soltarlo.

Detrás de el árbol Harry la miraba, tenía el corazón en la garganta y cuando vio la lágrima de Amina no pudo soportarlo.

Se dio la vuelta decidido a regresar a su casa, cuando la voz de la chica hizo eco.

—¿Harry?.— Harry se quedó estático en su lugar y giró la cabeza lentamente.

Y entonces se vieron el uno al otro.

El mundo se detuvo y solo eran, el chico de las bandanas y la chica que lo observaba.

Amina dio unos pasos hacia Harry, y Harry otros más hacia Amina.

Se acercaron cada vez más, hasta quedar frente a frente.

Sabían que tenían que estar juntos.

Harry la tomó de las mejillas y se miraron a los ojos, se dijeron mil palabras sin ni siquiera abrir la boca.

Entonces... Se besaron.

A la mierda Niall.
A la mierda Ciara.
A la mierda todos.

Un día se separaron, cada quien tomó su camino pero se olvidaron de que el mundo es redondo.

El final.