Y es que en realidad, mi sonrisa no era mia.
Era más bien suya.
Porque las sonrisas le pertenecen a quien se las roba
He...
Y es que en realidad, mi sonrisa no era mia.
Era más bien suya.
Porque las sonrisas le pertenecen a quien se las roba
Y es que en realidad, mi sonrisa no era mia.
Era más bien suya.
Porque las sonrisas le pertenecen a quien se las roba