¿Cuántas veces hemos tenido que crear un nuevo comienzo?
¿Cuántas veces hemos cambiado nuestro destino, nuestro final?
¿Cuántas veces hemos renacido de nuestras propias cenizas?
¿Cuántas veces tuvimos que juntar los pedacitos de nosotros mismos que quedaron tirados en el suelo para después reconstruirnos con nuestras propias manos?
¿Cuántas veces hemos llorado en la oscuridad y en el silencio de la noche?
¿Cuántas veces nos han decepcionado y cuántas veces nosotros hemos hecho lo mismo?
¿Cuántas veces nos han traicionado y abandonado...y cuántas veces hemos pagado con la misma moneda?
¿Cuántas veces hemos visto al cielo en busca de ayuda y consuelo?
¿Cuántas veces nos hemos sentido tan solos a pesar de estar rodeados de gente?
¿Cuántas veces hemos sentido como nuestras fuerzas, ánimo y aliento nos dejan?
Pero...de qué sirve contar estas miles de veces si no contamos aquellas en las que perdonamos a quienes nos defraudaron, en las que fuimos perdonados por cometer errores, esas veces que nos secamos las lágrimas y decidimos seguir adelante, cuando con un nudo en la garganta sonreímos, dijimos "estoy bien" y quisimos darle apoyo a alguien más, cuando recibimos o dimos un abrazo de consuelo, esas veces en las que nos dijimos "hay que continuar, soy fuerte y puedo lograrlo". Aquellas veces en las que una paz inexplicable inundó nuestros corazones y nos dimos cuenta de que aún quedaba mucho camino por recorrer y que era hora de seguir luchando y no darse por vencido a pesar de los golpes...
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Desde El Interior
Short StoryCuando pequeñas ideas revolotean en tu cabeza a veces deben ser escritas, a veces hay que escuchar esa voces que gritan por atención. Hay que darles una oportunidad. Pequeños relatos, pequeñas historias, pensamientos que pueden llegar a marcar a a...