Estaba con aquella persona a la que tanto amaba, y estabamos solos pero no me atrevía, no me atrevía a decir nada ya que tenía los nervios a flor de piel.
—Vamos Dani, tu puedes. No vas a tener otra oportunidad como esta —Me decía a mi mismo para intentar animarme.
Me dispuse a hablarle, pero otra vez se me quedaron las palabras trabadas en la garganta. Lo intenté más veces sin éxito. Iba a desistir cuando de repente ella habló:
—Dani, tengo que decirte una cosa y... Y... No se como responderás
—¿Y... Que... Me tienes que decir... Maya? —Balbuceé tímidamente
—Pues que... Yo... Te quiero.
En cuanto me dijo eso, me quedé en shock, no sabia que hacer. Me había imaginado esta escena miles de veces en mi cabeza, pero nunca pensé que se volvieran reales.
—Yo... Tambien te quiero, Maya —Le dije mientras levantaba la cabeza sonrojado.
Dios, parecía un tomate en ese momento, pero era normal. Ella fue mi primer amor, mi primera novia, y de momento la única. Todavía recuerdo como era: tímida, hermosa, graciosa... La echo mucho de menos, y, una de las cosas que hizo que volviese a este lugar de mala muerte es ella. Yo todavía no la he olvidado, todavía la tengo en mi memoria, y todavía pienso que algún día volverá a mis brazos.
Pero parece ser que todo es una ilusión, porque ahora mismo todas mis fantasías, todos esos encuentros que me imaginado y todos esos besos, se acaban de romper en mil pedazos.
La veo, allí, en aquel banco donde nos declaramos nuestro amor, donde nos besamos por primera vez, dónde guardo tan buenos recuerdos de nosotros dos. Y, ahora, esta con otra persona, con alguien más, con alguien que no era yo.Están abrazados y besándose, en nuestro banco, en nuestro lugar especial. Cuando los veo, siento ira, siento odio, siento asquerosidad por esa persona que está con ella. Intento calmarme y no perder el control, pero me cuesta, me cuesta mucho no querer transformarme y matar a esa sucia rata.
Una vez calmado mi yo interior, sigo hacia delante, hacia mi nueva casa. Cuando de repente la rata se da la vuelta y se encara hacia mi. Creo que los estuve observando demasiado tiempo y se ha dado cuenta.Viene directo, sin prestar atención a lo que está a su alrededor. Yo estoy tranquilo, ya que si me toca mucho la moral lo congelaré y me hare unos cubitos de hielo con su cara. Se pone a mi altura, delante de mí y, agarrándome de la camisa, acerca mi rostro al suyo.
—¿Tú que estás mirando payaso? —Me dice en tono amenazador
—Yo solo estoy intentando encontrar mi casa —Le digo mientras pienso que no merece la pena matarle.
—Nunca te había visto por aqui payaso. ¿Qué haces aquí? —Me dijo el muy subnormal, de verdad, cuanto más grandes y fuertes más idiotas son.
—Soy nuevo y, como ya te he dicho, estoy intentando encontrar mi casa. ¿Podrías ayudarme y decirme donde está? —Le dije mientras le mostraba un papel donde ponía la dirección de esta.
—Ah, haberlo dicho antes. Pues... No sé dónde está, espera un segundo. —Hace un gesto para que se acerque Maya—. Cariño, a ver si tu sabes donde esta este lugar.
—Pues, si mal no me equivoco, está justo al final de esta calle, la casa de la derecha —Me dice con una suave voz.
Al volver a escuchar su voz, no sé como no me lanzo a sus brazos y la beso hasta saciarme.
—Pues muchas gracias, a ver si nos vemos más por aquí. —Le digo mientras me marcho calle abajo y pienso en lo poco que ha cambiado, en lo guapa que está, en lo preciosa que es.
Sigo las indicaciones de Maya, aunque no hacía falta ya que sabia donde estaba, mientras intento apartar lo que acabo de ver, ya que esto no se puede interponer en mi misión principal. Llego a la casa y es distinta al resto, era blanca y más grande que las demás. Me siento un poco feliz ya que los del gremio han elegido una buena casa.
Al entrar observo que es muy grande y de estilo americano, es decir, es estilo abierta. Dejo la maleta al lado del sofá y me tiro en este. Después de pensar un poco y apartar algunos recuerdos, cojo el sobre que me había dado Eduard. Lo abro y saco los papeles que hay dentro para ver cual es mi misión en este infierno.
ESTÁS LEYENDO
La Leyenda del Asesino
Science FictionNecesitaba una excusa para poder regresar a ese maldito lugar y, cuando me ofrecieron la misión, no me lo pensé dos veces. De aquel lugar solo buscaba dos cosas, venganza y recuperar a aquella persona que me arrebataron. _______________ Portada y ed...