— I can't do this anymore...I can't...I can't...
Los sollozos de Tiffany destrozaban el corazón de Taeyeon, era el quinto día en que la pelinegra se encontraba hecha un ovillo en su cama.
El cuarto se encontraba en penumbras, las maletas de aquel fatídico viaje a Japón aún estaban tiradas en el suelo a medio desempacar, Prince y Princess solo miraban con tristeza a su dueña llorando.
Y desde el marco de la puerta se encontraba Taeyeon, observándola sufrir con todo el dolor de su alma.
— Phany... — se acercó hacia ella y acarició su espalda, la pelinegra estaba ausente.
La rubia trataba de no dejarla sola, todos los días iba y le llevaba la comida del día, porque la americana se negaba a querer abandonar la habitación, además de que le insistía en que comiera, aunque sea un poco, pero Tiffany se negaba. Casi casi era alimentada a la fuerza. Taeyeon no dejaba de abrazarla y decirle que pronto todo estaría bien, hasta que se quedaba dormida. Además de haberle confiscado su laptop y celular, pues los primeros dos días Tiffany se la pasaba leyendo comentarios de instagram, viendo las noticias y temas que abrían respecto a ella y llorando de dolor al ver todo lo que le escribían, desde palabras de odio hasta desearle cosas muy pero muy malas. Taeyeon conocía muy bien cómo funcionaba esto.
Le dolía verla de esta manera, normalmente esto no era así. Normalmente la rubia era la que se encontraba en ese estado y la americana era la que se encargaba de subirle el ánimo y hacerla sentir mejor.
De cierta forma, Taeyeon se sentía sofocada, atrapada y desesperada. Los días pasaban y no notaba mejoría alguna en Tiffany, sus ojos no habían vuelto a curvarse de esa manera que tanto amaba, sus ojos ya no volvían a sonreír. Ya no brillaban. Solo lloraba, gritaba y se recriminaba todo.
Taeyeon no soportaba más el tener que ver a su novia en ese estado, pero tenía que sacar fuerza de donde encontrase, tenía que ser fuerte y ayudar a sacar a Tiffany de aquel hoyo depresivo.
— Taetae, I-I can't...
Las lágrimas volvieron a correr por las demacradas mejillas de la menor, salían de aquellos hinchados y ojerosos ojos sin reparo alguno, la rubia no pudo más y la abrazó fuertemente, besando su cabeza y soltando lágrimas silenciosas.
~°~°~°
— Suelta eso ahora mismo, enana — Sooyoung apartó aquella lata de cerveza que la rubia sujetaba con sus temblorosas manos.
— Ya no sé qué hacer Syoung — la rubia se encontraba sentada sobre el desayunador observando como la alta chica tiraba lo que quedaba de su cerveza por el fregadero.
Choi Sooyoung había ido a visitar a Taeyeon y Tiffany al dormitorio, antes de que su vuelo hacia China saliera. Fue a mostrarle su apoyo a la bajita y a tratar de hacer que Tiffany diera cualquier señal de vida, porque lo único que hacía era llorar en la oscuridad de su cuarto y dormir.
— Debe de haber una forma y esta no es precisamente la mejor, Taengoo — le entregó el vaso de té que la más alta había estado tomando antes —Aunque no sé cuál sea esa forma... Nunca antes había visto a Tiffany así.
— No puedo verla de esta manera, me duele...ella no se merece nada de esto... ¡Todo es tan injusto! — explotó.
Taeyeon trataba de mantener la calma, pero ella también se encontraba en su punto de quiebre.
Y Sooyoung conocía a la bajita, ella no lloraba fácilmente frente a otros, no contaba sus problemas, no mostraba su dolor, no sufría de frente. Pero esta vez era diferente, porque aquella persona que solía ver toda la oscuridad de Taeyeon, esa persona que le daba color a su vida, era la que en estos momentos sufría.
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Escape from reality.
FanficTiffany se ve involucrada en uno de los mayores escándalos de la industria del kpop. El país que la acogió 12 años atrás se pone en su contra, el público que decía amarla sólo le desea lo peor, un sólo error te puede costar absolutamente todo.