IX

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Y, ¿quién querría a la callada?
¿Quién querría a la chica de cabizbaja?
¿Quién querría a la nada?,
decía ella.
¿Quién sería capaz de querer a una chica, destruída, pálida, con heridas que no sanaban?,
pensaba ella.

"Aquellos que me hundieron, iban a caer algún día en su propio barco", escribía ella, en compañía de sus lágrimas y sus pastillas.

"¿Quién no querría ser amigo de la nada? Así lo tienes todo para ti, y lo llenas solo tú", decía su ángel.

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