II

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Ustedes saben quienes son mis padres.—Continué— pero más importante que eso, yo no soy actriz, Raymond.

¿Así que estas de acuerdo?—Me retó Raymond un poco sorprendido. Las mejillas de Alex eran un tomate ahora.

Me quedé muda un momento yo no sabía qué decir. No había pensando en Alexander de esa manera antes... ¿O sí? Tiene unos ojos tan bonitos... Pero nada que ver. ¿A él no le gustaba la barbie Tamara? ¿Y desde cuando yo tenía un problema con eso?

—Elena—por fin hablo Alex— ¿sientes lo mismo?

—No hay forma de que pueda ir.— fue lo único que me atreví a decir.

"¡ELENA, MIS LENTES!" Gritó Dorothy y me fui sin decir más.

Es una buena idea, digo, aislar a dos personas enviándolas a otra ciudad donde no conocen a nadie más. Creo que no hay mejor forma de averiguar qué es lo que de verdad sentimos.

¿Qué cosas digo? Mis padres jamás me dejarían ir. Ya tengo 18 años pero "su casa, sus reglas."

Tuve suerte y encontré varias cosas en que ocuparme así no le tenía que ver la cara a Alex o a Raymond. Jamie, una de las chicas ya me estaba mirando extraño.

¿Elena, que haces debajo del escritorio?—me sobresalté cuando Jamie entró a la oficina.

Ah... Se me cayó mi... Uh... Mi bolígrafo.— "Sentí la voz de Alex por eso entre en pánico y me escondí debajo de él" debí haber dicho.

Okay...Dorothy te está buscando como loca. Quiere el libreto número 2.—me informó y luego corrió para ensayar su parte de este fin de semana.

Miré mi celular: las 5:00pm. Hora de ir a casa. Resoplé con alivio, recogí mis cosas mi mamá me estaría esperando en el estacionamiento como de costumbre.

No sé por qué ese día a mi mamá se le ocurrió bajar del carro y entrar a la academia pero vi que estaba conversando con María, me acerqué mas sin hacer mucho ruido para ver de qué hablaban. (La segunda vez en un día, debería darme vergüenza)

—La necesitamos allá. Alguien tiene que ayudarnos con la administración.

—No, de ninguna manera.—mi mamá parecía enojada. ¿No será que María...?

María se estaba dando por vencida cuando entró  Dorothy en la habitación, con esa sonrisa que persuade a todo el mundo y saludó a mi mamá.

—¿Te contó María las buenas noticias? Necesitamos a Elena en la gira, esta es una gran oportunidad para tu hija, no dejes que la pierda.

Mi mamá no supo qué decir, solo asintió con la cabeza.

¿ESO ERA UN SÍ? ¿Iría a Oxford?
Corrí hacia atras del escenario lo más rápido que pude, esquivando y apartando cosas de mi camino, ni siquiera me importó hacer a mi madre esperar ni quién me viera correr. Pasé por entre los vestuarios y los adornos hasta que encontré a Alex devolviendo todo a su lugar. Lo tomé del brazo y lo lleve detrás de un estante.

—no me vas a creer, no me vas a creer.— yo hablaba muy rápido y entre jadeos y él solo me miraba muy confundido.

Me aseguré de que me estuviera mirando a los ojos y luego le dije:

—iré al tour contigo. — su reacción fue algo que me contentó más de lo que ayer mismo hubiese creído.

Él empezó a reír y yo igual, nos abrazamos y yo sentía que quería besarlo ahí mismo y el dudaba si hacerlo o no pero nos dio vergüenza que alguien nos viera así que no lo hicimos.

Volví a casa con mi mamá y no podía dejar de sonreír.

Qué buena oportunidad, Elena. Estoy muy orgullosa de ti, Te has vuelto indispensable para Dorothy y María.—me dijo mientras miraba el camino.

Yo no puedo creer, o bueno, si lo creo. Dorothy y María se prestaron para complacer a Alex y llevarme al Tour con él.

—Ahora solo queda decirle a tu padre.

Se me bajó la presión. Se me había olvidado ese pequeño detalle.

—Oh, cielos.

Otra realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora