Bajo la tormenta

Parte 4

Llegué a mi departamento, salude a Bolsón y me di una ducha para tratar de relajarme, salí de la regadera y me puse una blusa suelta y un pans, no tenía animos de arreglarme.
Me puse a pensar toda la tarde en lo que me habia dicho mi jefa y caí en la conclusión de que tenía razón era necesaria alejarme de Omar miestras sanaba mi herida así que tome el teléfono me sente en el sofa y la llame.

-Bueno-
-Hola buenas tardes jefa, habla Samanta-
-Hola Samanta, me sorprende tu llamada-
-Si a mi también, quería comentarle con respecto al cambió de turno, podría ser que pueda cambiarme de turno esta semana-
-Creí que no te parecía la idea- contesto sorprendida.
-Pues sigue sin parecerme, pero si no hay de otra, preferiría empezar a trabajar en el nuevo turno desde esta semana-
-Me parese excelente, comenzaras a trabajar desde esta semana, tus días laborales seran Lunes, Miércoles y Viernes, estaras de 8pm  a 8am-
-Esta bien, muchas gracias jefa-
-De nada que pases linda tarde hasta luego-

Al colgar el teléfono, sono el timbre, se me hizo extraño ya que nadie tenía mi dirección solo mi madre y a esta hora de la noche ni de broma saldría de casa, así que me levante del sillón y abrí la puerta.

-Noé ¿Que rayos haces tu aquí?- estaba totalmente sorprendida
-Hola yo estoy muy bien gracias ¿Así tiendes a atender a tus visitas?- respondió en tono de burla entrando al departamento con un par de maletas
-Nunca tengo visitas, ademas no me has contestado ¿Que haces aquí? ¿Y esas maletas?- pregunte desconcertada.
-Vengo a salvarte de ti misma- dijo sentandose en el sofa.
-jajaja, tuuu, salvarme, lo dudo mucho, ¿quién te dijo que vivia aquí?- pregunté siguiendolo a la sala
-Pues da la casualidad de que tu madre y la mía son muy amigas, mamá me conto todo lo que te pasó y pues conociéndote supuse que estabas fatal y no me equivoqué- me contestó mirandome de pies a cabeza.
-Pues yo estoy muy bien, no necesitó que me "salves"-
-Si que lo necesitas así que mejor dale la bienvenida a tu nuevo roomate- sonreía cínicamente.
-Nooo, definitivamente no, estas loco, no quiero además no hay dónde te quedes- estaba como loca caminando en circulos.
-Claro que si, que yo sepa tienes otra recamara de la cual hiciste un estudio y ahí hay un sofa cama, en donde puedo dormir-
-Voy a matar a mi madre- pense en voz alta.
-Sam, eres mi amiga...-
-¿Lo soy?- le pregunte antes de que terminara de hablar.
Se levanto del sofa y me dijo -Si, lo eres, y lo que estoy viendo es que estas al borde de la locura sólo falta que tengas un gato para deducir que estas a pasos del suicidio- al terminar la frase Bolsón se acercó a sus piernas, yo solo me sente en el sofa y coloque mi mano en mi frente -Ves, me necesitas, no tienes a nadie más, así que no se diga más desde ahora vivire contigo-
-Ya que, ya estas aquí- conteste resignada.

El se acerco a la alacena y la abrió.
-Que tenemos aquí, un lambrusco del año 2000, que te parece si brindamos- dijo sacando las copas del cantinero mientras yo me acercaba a la barra.
-¿Y por que brindariamos?- conteste con tono de amargada.
-Por que estamos juntos otravés como hace 6 años- respondió acercando lentamente su rostro hacia el mío como si intentara besarme, pero me quite rapidamente.
-No te confundas Noé ya no soy aquélla niña tonta a la conocías, no va a haber nada más que una amistad entre nosotros, creiste que por que estaba pasando por una ruptura me arrojaria a tus brazos y sería como cuando estabamos en prepa, pues no, las cosas han cambiado al igual que yo- conteste molesta
-jajaja, estas muy a la defensiva, ¿que creiste que iba a hacer?- pregunto sirviendo el vino en las copas.
-Pues besarme que más- tartamudie
-No te iba a besar Samanta Nevarez, no te pongas paranoica- me contesto dando un sorbo a su copa al mismo tiempo que me entregaba la mia.
Me sentí tan estupida, tal ves el tenía razón, estoy al borde de la locura, de lo apenada que estaba decidí alejarme dirigiendome a la ventana, el me siguió y me abrazó.

-Sam, no te sientas mal, es normal que estes a la defensiva- insistió
Sólo lo mire, quite sus brazos, camine hacia la sala y cambié de tema.
-Ven, te mostrare tu recamara- me dirigí al cuarto de estudió.
Sonrió y me siguió -Veamos que tal te quedo- respondió cómo siempre con tono de burla.
-Ósea obvio quedo muy bien, yo lo modifique- dije bromeando, tratando de suavizar el ambiente tenso que habia creado, el solo se rió.
-No esta nada mal para una enfermera- dijo bromeando
-Pues para que veas, nunca subestimes a una enfermera- le guiñe el ojo -bueno dejare que te instales- dije saliendo de la habitación.
-Gracias Sam- respondió y sonrió.
-No me agradezcas, después de todo vienes a salvarme, quien debería agradecer soy yo- conteste sarcasticamente desde la puerta de la habitación, el solo sonrió, entre a mi habitación la cuál esta enfrente de la suya, salió de su habitación y se recargo en mi puerta.
-¿Que haras en la mañana?- pregunto.
-Amm supongo que arreglar la casa y despues leere ¿Porqué?- me quede intrigada.
-Que te parece si vamos a almorzar juntos y me cuentas que pasó con tu ex, y a todo esto ¿A que hora trabajas? Esperaba que me dijeras que trabajarias-
-amm pues se supone que trabajaba en el turno matutino, pero por lo sucedido con mi exprometido me cambiaron de turno, el miercoles a las 8 de la noche entro a trabajar- conteste con tristeza.
-¿Y eso que tiene que ver?, digo son cosas personales, a ellos que les importa- hablo con tono de disgusto, como si le molestara lo que me habían hecho, después cambio la expresión -en fin, entonces que dices ¿Almorzamos mañana?-
-Si por que no, sirve que también tu me cuantas como te a ido en estos 6 años, no se nisiquiera de que vives tu sabes casi todo de mi y yo estoy en cero- conteste riéndome.
-jajaja me parece bien, entonces ¿a las 7:30am esta bien?-
-Me parece bien- sonreí
-Excelente, bueno te dejo para que descanses, hasta mañana Sam-
-Descansa tu también, hasta mañana si Díos quiere- conteste.

Apesar de no quería que se quedara y de cómo lo recibí me alegraba que el estuviera conmigo, no había perdido a todos mis amigos después de todo.