Capítulo 4

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Mangel rió mientras rascaba su nuca en un gesto nervioso.

Mientras él reía yo pensaba en aquel beso. Lo que yo no noté es que cada vez más me sonrojaba.

Nuestras miradas se cruzaron, pero... Mangel se calló del árbol asustado por alguna razón...

Uy, Mangel, estás bien? —pregunté mirándolo desde la altura del árbol.

Mmm, ¡auch! —gruñó mientras se sobaba la cabeza—. Si , lo estoy

Mangel volvió a dirigir su vista hacia mí, pero en este caso sólo se quedó viéndome con los ojos abiertos como platos.

—Q-qué pasa? —dije asustada por haber hecho algo mal en ése momento.

—T-tú tienes... unas orejas y una cola... de... gato —dijo señalándome y yo reí.

—Espera... ¿¡QUÉ!? —dije arrugando el entrecejo.

—Tu eres un... neko —dijo sin moverse ni reaccionar, sólo seguía con la misma pose que tenía anteriormente.

—¿Neko? ¿Qué es eso? —le dije pero el no respondía, sólo seguía con la misma posición de siempre—. Responde! —le dije mientras le tiraba una pequeña roca —como de un centímetro— por la cual él reaccionó moviendo la cabeza rápidamente.

—Un neko es la mezcla entre un gato y un humano —dijo mientras tocaba su mentón con su mano derecha—. Normalmente salen sus orejas y colas cuando tienen grandes reacciones o sentimientos —dijo con una cara pervertida muy graciosa—. Igualmente ellos la pueden ocultar y también sacarlas por su propia cuenta.

DESCONOCIDO||Mangel Y Tu (CANCELADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora