The one with The wedding

Parte única

Kyungsoo se encontraba por interrumpir el día más importante en la vida de su mejor amigo.

Se había negado a asistir a esta boda, se había quedado en Nueva York junto a un muy embarazado Luhan para evitar tener que ver como el amor de su vida se casaba con ese pedazo de vidrio, había estado tranquilo, fingiendo que todo estaba bien, fingiendo que no le molestaba que él se casaría con ella, fingiendo que no lo amaba.

Y sin embargo ahí estaba, en un avión camino a Londres, desesperado por llegar y confesar sus sentimientos, hablando sin parar con un hombre bastante descortés a su lado, le contaba que haría, sus planes, como le diría a Kai que lo amaba y su pasado juntos.

Habían intentado una relación hace años, se habían entregado por completo el uno al otro cuando por una estúpida pelea le dije a Kai que deberíamos tomarnos un descanso, estaba cansado de él interrumpiendo en mi trabajo con sus regalos solo para marcar territorio, para mantener a los hombres alejados, demostrando que yo era suyo y de nadie más, no podía tolerar esa posesividad, estaba cansado.

Fue en nuestro aniversario cuando le dije que no podía ir a nuestra cita debido a un problema en mi oficina y él apareció, con velas, una canasta llena de comida y champaña, el hombre causó un desastre, hacía ruido, me molestaba con ese estúpido moledor de pimienta mientras hablaba por teléfono y lo peor fue cuando sin querer con una de las velas creó un pequeño incendio en las flores, allí perdí el control y lo mande a volar.

Cuando volví a casa esa noche estaba esperando sus disculpas, que pidiera perdón por el desastre que había causado en mi oficina y él pensaba lo mismo, solo que quería que fuera yo quien me disculpara, basta decir que yo jamás lo haría.

Ese fue el comienzo del fin para nosotros, él se fue enfadado y yo estaba deprimido por las cosas que dije, un amigo vino a verme, le estaba hablando de lo arrepentido que estaba y de lo enamorado que me encontraba de ese idiota, cuando llamó, contesté más que feliz, no quería perder la más bella relación que he tenido por una infantil pelea, sin embargo, escuchó la voz de mi amigo en el fondo y lo malentendió todo.

Al día siguiente aparecí en su apartamento, listo para arreglar todo y así fue, nos besamos y nos dijimos todo lo que nos queríamos, creí que todo estaría bien. Fui un idiota.

Fui un idiota porque no vi la chaqueta de esa chica en el sofá y mucho menos la vi escondida tras la puerta de su sala de estar. Pero me enteré, me lo contaron y de la peor manera posible.

Esa fue nuestra corta historia, un año de felicidad, uno entero donde creí conocer el verdadero amor, donde creí estar enamorado por completo pero la realidad me dio un duro golpe.

Había estado el último tiempo feliz y en paz con ese chico, los días, los meses y los años pasaron llevándose con ellos el dolor y el rencor. Nunca volví a salir con alguien como Kai, pero al parecer él si encontró a alguien como yo, Krystal, ese era su nombre. La pequeña malcriada y molesta chica que conoció por mi culpa debido a un mandado de cuidarla de parte de mi jefe, ellos escaparon un fin de semana juntos y desde entonces fueron inseparables. Habían pasado solo unos meses cuando anunciaron su matrimonio, esa pequeña arpía lo había atrapado demasiado rápido.

El matrimonio se realizaría en Londres, pues la chica era de allí y quería que la boda fuera en la iglesia donde sus padres se casaron, así que hacia allá me dirigía en este momento. Listo para confesar todo lo que sentía.

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Había llegado temprano, iba entrando a la iglesia cuando vi a Kai hablando con Krystal, le decía que todo estaba bien, que no debía preocuparse, ella estaba enfadada, decía que no se suponía que las cosas serían así, al parecer ocurrieron problemas con la comida y con la iglesia pues ahora que lo notaba, esta estaba destruida.