La Tediosa Vida De Un Psicópata

El dia en el que la pase bien

Los pájaros cantan, el sol sale, su luz entra por los orificios de mi ventana despertándome, quisiera seguir durmiendo pero ya no puedo mas, mi cuerpo se resiste a seguir en la cama, todo es tan aburrido...
Me levanto únicamente por la extrema necesidad de ir al baño, ya he orinado a un lado de mi cama infinitas veces, pero cuando tengo que defecar prefiero ir al baño, el olor de las heces invade toda la habitación y la placa de mi ventana impide que su hedor salga, además, es un fastidio limpiar los restos con moscas muertas que se pegan en la alfombra.

Mientras me dirijo al baño paso por la cocina, busco un pan relleno de pescuezo de pollo para desayunar y sigo mi camino, comer en el baño es matar un pájaro de dos tiros, o creo que así era el dicho, me alimento al mismo tiempo que defecó y orino, y el papel de cartón que fabrico despegando cajas lo uso como servilleta y papel higiénico, limpio mi boca y luego mi ano, en algunas ocasiones lo he hecho al revés solo para salir de la rutina. Luego de defecayunar, que es como me gusta llamar a lo que hago, me siento en la sala a hablar con Harry y Jeana, al principio eran muy divertidos, pero ya me han empezado a aburrir hasta el punto que he cambiado sus nombres a Pendejo Aburrido y Pendeja Aburrida.

A veces me gusta buscarle formas a las manchas de sangre del piso, he visto caballos, perros y hasta la mitad de un gato atropellado, pero ya no se distinguen de la madera supongo que tendré que buscar mas sangre. Me gusta la hora del almuerzo, el pan mohoso con la carne de mis amigos roedores tienen un sabor muy profundo, creo que los que están en la alta cocina no aprovechan la gran cantidad de recursos que tienen a su disposición, yo debería estar allí y no ellos.

Cuando llega la noche es tiempo de intentar divertirme un poco, así que voy al sótano, abro la puerta y desato a una de mis amigas, dice que se llama Joseline y que tiene diecinueve años pero para mi se ve mas joven, me gusta cuando son jóvenes, todo les da miedo, hasta se asustan cuando hablo con Pendejo Aburrido y Pendeja Aburrida, ¡Que estupidez! Como si ellas no escucharan sus voces, en fin, me gusta amarrarlas a una tabla que tengo en mi habitación que para mi simula uno de esos instrumentos de torturas que he visto en la televisión, pero las amarro boca abajo, así puedo hacer muchas cosas con sus entrepiernas sin tener que agacharme, me gusta ponerles el soplete o simplemente jugar a los dardos aunque ya todo eso me aburre, hasta el nombre que me han dado en los noticieros es aburrido "El Monstruo de la sierra" si ni siquiera se mueven cuando saco la sierra antigua de mi abuelo, solo la uso para separar sus partes y así poder llevarlas al río mas fácil.

He intentado comer los restos de mis amigas pero escucho sus gritos mientras muerdo su carne, así que prefiero desecharlas aunque me parezca un desperdicio, luego de cenar los restos de mi almuerzo, vuelvo a dormir, todo sigue siendo tan aburrido...

¡Al fin! He visto algo que podría divertirme, en el noticiero han pasado como dos aviones se estrellaban contra dos torres y me han dado ganas de hacer lo mismo e ir con Papi y Mami, no, no mis padres, ellos murieron decapitados por mi tío , Papi y Mami son los dos Pendejos, ayer jugamos a la casita y ahora esos serán sus nuevos nombres. Buscare un avión y lo estrellare con el centro comercial que esta a unas cuadras, todo su ajetreo me molesta, seria genial hacerlo volar por los aires, detonar una bomba gigante que destruya todo o lo que recién pensé, estrellar un avión en el, pero mejor sería un avión lleno de explosivos, no pienso dejarme superar por esos idiotas con barbas largas que hablan con balbuceos, pero, no se manejar una de esas cosas y me fastidia aprender, tendré que descartar esa opción.