Año 2035
El mundo esta absolutamente poblado por vampiros, la nueva raza dominante, sin embargo, al no haber humanos existe la hambruna entre ellos.
Su fin no esta lejos, y ellos lo saben.
es la razon por la que custodian a un muchacho de extraños...
No se porque estoy aqui, porque eh vivido todo esto, siempre eh estado perdido en el mundo y ahora, era lo mas importante para ellos.
Pero siempre era lo mismo, terminarian muriendo, lo sabia.
Por mi culpa
- Mi querido Sora- dijo aquel ser que me habia encontrado vagando entre los escombros hace años - ¿Me pregunto que pasaria si los demas se enteraran de que tu sangre es tan...- hizo una pausa para acercar sus labios a mi clavicula, recorriendola con su lengua hasta llegar al hombro
-Deliciosa....- dijo mordiendome finalmente, no habia dolor, aquel sentimiento nunca me habia acompañado.
Ellos decian que era el ultimo de mi especie...
El ultimo humano en la faz de la tierra...
Sucedio hace tanto...los humanos fueron valientes, lucharon hasta que finalmente fueron exterminados y los pocos que quedaron han muerto por inhanicion, o siendo simple ganado para vampiros, la nueva raza que domina el planeta tierra, jamas pense que fuera asi.
Les tengo miedo, honestamente.
Podrian matarme, bueno en cierta forma quiero morir, pero no quiero ser destrozado como lo han echo con otros, cuando los tiempos eran mejores.
Para ellos obviamente.
La unica opcion para los pocos humanos que quedan es caer rendidos ante ellos, dejandose extraer la sangre a cambio de un poco de comida que les permitira vivir hasta que la anemia que la falta de el liquido rojo les traiga, o formar parte de sus conejillos de indias.
Aquel vampiro que me estaba succionando era miembro de la realeza, el principe Haruka Tsubasa, mi protector, y ultima esperanza para restaurar el reino herido por una linea sucesora de reyes sin limites de exceso.
¿Su propuesta? Usar mi ADN y el de los humanos/conejillos de indias para crear al fin...
Ganado humano, uno que sea criado para no ser mas que aquello.
Sin voz, sin opinion, sin sentimientos.
Los vampiros sueñan con volver a sus viejos dias de gloria, ¿Quien los culparia?
Despues de todo yo tambien soy humano y anhelo volver a ver el pasto sin sangre, el cielo azul y comer mucho Katsudon.
Pero eso no seria posible hasta que el mundo cambiara. Pero seamos honestos.
Este mundo de mierda no cambiara...
- ¡Haruka-Sama! ¡Estan atacando a nuestras tropas!- gritaron al otro lado de la puerta, al principe de tez palida cabello blanco y flamantes ojos rojizos apenas y se lo podia creer.
Despues de todo un ataque de angeles caidos o demonios no ocurre con frecuencia en estos tiempos.
- ¡Kuso!- blasfemo en japones aun con los colmillos en mi, despues de eso los retiro y lamio las gotas que quedaban.
- Disculpame Sora, ciertas personas no tienen educacion, toma- dijo lanzandome uno de sus abrigos para cubrirme y ocultar el olor de la sangre, ya que esta podria volver locos tanto a vampiros como a cualquier enemigo de estos.
No solo lidiaban con la hambruna, tambien tenian enemigos naturales.
La puerta cerrada se quedo, la noche dejo de cantar su serenata de grillos y viento, para traer una mas caotica y sangrienta.
No escuche espadas chocar, sino viceras ser arrancadas, tampoco flechas...
Pero... quien podria hacer esto?
- Tu... tienes...-
Un susurro...
-Unos ojos muy bonitos-
Ahy... en la ventana...
Un humano me sonreia colgado de cabeza sosteniendo una katana entre sus manos.
Y me habia susurrado antes de dejarse caer y desaparecer entre la noche.
Que la humanidad no estaba extinta.
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Este es el principe Haruka Tsubasa noveno sucesor de el reino vampirico y protector de Sora
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