Al llegar del colegio decidí tomar una corta siesta, así que me puse los audífonos mientras la música se reproducía. Al despertar mi madre se sienta en mi cama y me empieza a hablar. Naturalmente me quito los audífonos, pero la música no para. ¿Qué pasa? Mi madre me sigue hablando pero no la puedo escuchar.
En mi desesperación lo único que se me ocurre es bajar las gradas y escribir en alguna parte lo que me pasa. La música es ahora completamente insoportable ya el volumen esta ridículamente muy alto. Intento gritar. No lo puedo escuchar. Encuentro a mi hermana, que me mira con total desaprobación.
Veo que las lagrimas caen lentamente de mis ojos mientras me tiro al piso por el ruido. La música sigue, nada para. Casi flotando me dirijo inconscientemente hacia la cocina donde lo primero que veo es un cuchillo. Casi ciega del llanto clavo el cuchillo en mi corazón. La música para, mientras que lo ultimo que escucho es mi grito desapareciendo en el solitario vacío.
