Capítulo 11

2.3K 105 17
                                    

Estaba en mi habitación sintiéndome demasiado triste como para salir de ahí y hacer algo. De pronto los toquidos de la puerta me sacaron de mis pensamientos.

-¿Pasa algo, no has salido de aquí en horas?-pregunto Kyung.

-Me siento muy mal, estoy muy triste-dije, saliendo de mi habitación y cerrando de un golpe la puerta.

-¿Qué pasó, te duele algo, estas enferma?-pregunto con una expresión de preocupación.

-Mi abuela me acaba de decir que murió-dije con la voz rota-mi Kiki se murió.

-¿Qué, pero quien es Kiki, era algo tuyo?

-Era mi gata y ahora está muerta-dije muy triste.

-Uff, mi amor, pensé que era algún familiar tuyo-dijo calmado.

-No sabes cuánto significaba para mí-aclamé mirándolo indignada-fue un regalo de mi madre cuando yo tenía 10 años, un mes antes de su accidente, era muy importante para mí-dije con ojos llorosos.

La expresión de su rostro cambio totalmente, pude ver que había entendido perfectamente cómo me sentía, se acercó lentamente a mí y me rodeó con sus brazos.

-Me siento tan culpable por haberla dejado, pero estaba demasiado enferma por eso creí que no resistiría si la traía conmigo-dije.

-Por favor no te pongas así de triste-dijo acariciando mi cabeza-si te pones mal yo también estaré mal, solo piensa que ahora ya no sufre ningún dolor y está en paz.

Me negaba a despegar mi rostro de su pecho, sus palabras me reconfortaban bastante, estar con él era lo mejor que me podía haber pasado.

Se separó lentamente deshaciendo nuestro abrazo, tomo mi rostro, lo acercó al suyo y me dio un pequeño beso en la frente.

 De pronto su teléfono móvil comenzó a sonar en el bolsillo de su pantalón, lo saco cuidadosamente y contestó la llamada.

 “Hola hyung, ¿Qué pasó?”-respondió.

 “Si, aquí está conmigo”-dijo, y luego me pasó el teléfono

-Es HyeMin, quiere hablar contigo-informó.

“Hola-dije-¿Qué pasó?”

“Pensé que habías ido a casa, pero veo que sigues con KyungSoo, ¿Por qué no cogías el teléfono?”-dijo.

Solo me limité a reír nerviosamente, Min no sabía que Kyung y yo vivíamos bajo el mismo techo, mientras ella pensaba que yo podría estar en cualquier lugar con Kyung, yo estaba su casa, que por azares del destino se había convertido también en mi hogar.

“Bueno, te llamaba porque tengo planes, salgamos esta noche ¿Qué dices?”-dijo sonando muy entusiasmada.

“¿A dónde?”-pregunté sin mostrar interés alguno.

“Vayamos los cuatro a una disco ¿Qué dices?, vamos di que sí ¿Si?”-suplicó.

-“¡Claro! Me parece genial”-dije cambiando de humor al instante.

-“Perfecto, Minseoki y yo los esperaremos dentro de una hora en la entrada de la disco, ahora pásame  a KyungSoo para darle la dirección”-dijo.

Le devolví el teléfono a Kyung indicándole que Min aún seguía en la línea y que solicitaba hablar con él.

“Está bien, dime”-lo oí decir.

“Listo, nos vemos”-dijo despidiéndose.

-¿Iremos a la disco?-preguntó.

ME ENAMORÉ DE MI HERMANASTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora