Capítulo 56

385 17 5
                                    

Después de lo del brindis sirvieron una rica cena, la cual esperaba con ansias, se que era mi boda pero ¡tenia hambre!. Al parecer hicimos una buena elección con lo que servimos de comer ya que todos parecían querer devorar hasta su plato, cuando terminaron todos sus cena, la música se hizo presente para que comenzáramos a bailar, las parejas se hicieron de rogar por unos minutos hasta que por fin unos valientes se animaron a pasar al centro de la pista a sacar a relucir sus mejores pasos al unísono de la música un tanto movida.

Cuando espere un poco a que se me bajara la comida jale a Louis del brazo y lo lleve hacia donde estaban todas las parejas bailando, mi vestido se arrastró graciosamente por el suelo brillante, nos abrieron pasó entre todos ellos y quedamos justo en el centro pero no se nos quedaron mirando y continuaron con su baile, mire a Louis con una sonrisa traviesa y comenzó a bailar alrededor de él, el me miró de manera insegura, hizo una mueca de desagrado y me sostuvo de los brazos haciendo que me detuviera.

Louis: -Sabes que no se bailar- dijo apenado -mejor ven conmigo- entrelazó nuestros dedos y me guío hasta fuera de la pista.

_____(tu): -¿A donde vamos?- lo mire confundida.

Louis: -Quiero tener un momento a solas con mi esposa, sin tanto ruido y sin tanta gente mirando- me sonrió dulcemente.

Sin detener su camino hasta fuera de los árboles que cubrían el parque y la musica se escuchaba menos pesada a cada paso que dábamos pero aún así podía escucharse con facilidad. Seguimos caminando hasta llegar a lo que parecía un jardín pequeño, estaba lleno de flores, pasto verde y creciente por todos lados, podía sentir como mis pies se mojaban ligeramente gracias al rocío de la noche. Al final había un pequeño kiosko de color blanco iluminado con luces blancas alrededor. Se veía hermoso y más aún que era de noche, observe fascinada el sitio en donde nos encontrábamos cuando sentí que Louis me tomo del brazo y me condujo bajo las ramas de los árboles, siguiendo un pequeño sendero que llegaba a dar precisamente al kiosko, subimos las escaleras de este con cuidado de recoger bien mi vestido para ni tropezar, cuando llegamos al centro del pequeño lugar Louis tomo mi mano y la llevó hasta la altura de sus labios para después dejar un casto beso sobre ella levanto la mirada hacia mi y me sonrió para después decir:

Louis: -Mi querida _____ ¿acepta usted bailar conmigo?- pregunto de una manera tan elegante y al mismo tiempo tan seductora que creí desmayarme en ese momento.

_____(tu): -Gracias caballero, me encantaría bailar con usted en tan hermoso jardín- hice una reverencia con mi vestido de manera elegante y el río.

Mi guapo acompañante puso su mano alrededor de mí cintura y tomó mi mano entre la suya. Comenzó a moverse tímidamente de un lado a otro y yo seguí sus pasos, era más sencillo hacerlo al escuchar la suave música que se escuchaba un tanto lejana, podría apostar que la orquesta estaba tocando un vals muy lento que hacía parecer todo más romántico de lo que ya era, la manta oscura de la noche bis cubría junto con sus brillantes estrellas que bañaban de plata el mundo, el brillo del candelabro que yacía sobre nosotros y la profucion de aquellos orbes color zafiro que me miraban penetrantemente. Bailábamos de una manera muy lenta y suave, en el proceso Louis se fue despojando de mi mano y me rodeo por la cintura con sus brazos, yo por mi parte también lo fui rodeando quedando así, como si estuviésemos danzando suavemente abrazados. Continuamos bailando así durante un tiempo, abrazados y mirándonos directamente a los ojos hasta que conduce mis brazos lentamente por su cuello, rodeándolo y juntando mi frente con la suya al mismo tiempo en que ambos cerrábamos los ojos, y después de otro momento de estar así, separe su rostro del mio para recargarlo en su hombro y dedicarme a oler su perfume, ese aroma de perfume combinado con su esencia natural que hacía tan característico a eso que yo misma llamaba: "Fragancia marca Louis", bailábamos de nuevo así abrazados. No me importaría pasar así mi vida entera. Dimos algunas vueltas más en silencio, no eran necesarias las palabras en lo absoluto, sólo bastaba con fijarse en la mirada del otro para saber lo que estaba pensando o sintiendo, al continuar con nuestro lento baile me di cuenta de que mi guapo esposo bailaba bastante bien y que no resultaba difícil seguirme el paso.

Dejame cuidar de ti (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora