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Era ya lunes y me encontraba en una butaca en punto medio del salón, esperando poder cruzarme o chocar con Jared.

La impaciencia me mataba, quería verlo, quería más que verlo.

Al sonar las campanas, recojo rápido mis cosas y tomo el camino largo donde es cien por ciento probable que me encuentre con él.

-¿Así que ya es oficial? ¿Entre tú y Jared?- Kurt interviene a mi lado.

-¿Qué?- digo confundida y fuera de mis pensamientos buscando a Jared

-Por cierto ¿Quién era el chico de la motocicleta? Estaba buenísimo. Esta vez, me detengo en seco, asqueada al recibir esas palabras a mi cerebro. -¿Qué?- me mira confuso y yo sigo mi camino. No lo encuentro en ninguna parte.

Entonces pasa la siguiente clase, y la otra y la otra.

Al final me doy por vencida, no ha venido, probable y allá tenido otra fiesta y tenga jaqueca. Oh haya besado y tenido hasta sexo con otra chica. Al pensar eso me abruma. Mi ánimo se cae hasta el suelo.

-Hola, hermosa- un susurro se centra en mi oído. Noto que hay unas manos largas y delgadas en mi cintura. Volteo para encontrarme con la persona. Sonrío al encontrar los hermosos y profundos ojos azules de Jared.

 Sonrío al encontrar los hermosos y profundos ojos azules de Jared

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-Creí que no habrías venido- digo

-Sí vine, pero tuve prácticas de más, ya sabes. Te busqué igual pero supuse que estarías aquí ahora mismo-

-Bien, pues me encontraste- ambos sonreímos.

-¿Te gustaría salir? ¿Conmigo?- se acerca mucho a mí.

-Claro- me pierdo en sus ojos, en su sonrisa, en todo.

-¿Hoy?- agrega

-Sí- muerdo mi labio y él lo nota.

-Perfecto, pasó por ti a las siete- me clava un beso en la punta de la nariz y va con sus amigos. Ellos le dan porras y sonríen junto a él.

-¡No te lo creo!- Vanessa y Kurt se emocionan al escuchar la noticia.

-Sí- vuelvo a morder mi labio. Ni siquiera yo puedo creerlo.

-¡Vaya, vaya! Deberás llevar buena ropa y condones- Kurt interviene.

-¡Kurt!- grito entusiasmada y carcajeando.

-Yo apoyo a este, nene- Vanessa y Kurt dan un golpecito de manos. -¡Sexo seguro!- agrega y todos comenzamos a carcajear. Fuimos al centro comercial a comprar más ropa. Hasta interior. Tendría que dejarlo boquiabierto al momento.

Al llegar, tengo la mente tan ocupada, que solo llego a preparar comida, adelanto tarea y al final me baño.

-¿Volverás a salir?- Dominic se asoma.

-Sí- digo en seco, pero esbozando una sonrisita.

-¿Con quién?-

-Con alguien- me maquillo y me arreglo perfumándome de más.

No dice más, solo me mira como me arreglo y pronto él se aleja.

-¿Qué hacías en la fiesta?- alzo la voz y el vuelve. Se sienta en mi cama.

-Obviamente quería ir- dice a la defensiva.

-¿De dónde rayos sacaste la moto y la ropa nueva?- me enfurezco más. Y antes de que el respondiera algo, llaman a la puerta. –Más vale que no salgas de aquí- salgo rápido de mi cuarto y me arreglo para abrir.

Jared vestía con un abrigo largo color negro, playera blanca, pantalones de mezclilla y zapatos. Llevaba peinado el cabello como en la fiesta. Se veía realmente guapísimo. Por dios ¿Es que de quién hablamos? Del hombre más perfecto del mundo.

 Por dios ¿Es que de quién hablamos? Del hombre más perfecto del mundo

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Sus manos sujetaban un ramo de rosas blancas. Sonriente le pido que pase.

-¿Es tú casa?- dice asombrado.

-Sí-

-¿Vives sola?- su Mirada se oscurece.

-Sí- apenas consigo decir.

-Podremos salir a cenar y luego- se detiene y se acerca más a mí –Podríamos volver aquí, digo, te vendré a dejar temprano y hasta la puerta de la casa- me mira pervertidamente, sé a qué se refiere exactamente.

-Bien, creo que entre más rápido nos vallamos mejor- sonrío y lo dejo en la sala. Vuelvo a terminar de arreglarme.


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