Parte 9

214 29 8
                                    


Ruben ~

No se dé donde había nacido esta idea de invitarlo a entrar a mi habitación, sí de aquella botella que yacía en una mesa cercana a la puerta era la culpable o simplemente no pensé bien las cosas, como sea fuese, aquel hombre de cabello despeinado se hallaba parado junto a la puerta, con la mirada hacia el suelo y un rostro inentendible, estaba entre nerviosismo y la calma.

- ¿Quieres un poco de vodka?-. Inferí por fin rompiendo aquel silencio en el que nos ahogamos por breves segundos.

- No... No graciah- respondió dándome una efímera mirada y luego bajar sus ojos de vuelta al piso -Perdón si te dehperte-. Me sobresalte al escuchar aquello.

- No me despertaste, no puedo dormir y el jetalag me está tocando los cojones- Sonrió ante mis absurdas palabras, pero su mirada no se movió, según yo en este momento estaríamos profundamente dormidos a poco tiempo de amanecer allá en Madrid.

- Te ehcuche hablar con alguien-. Dijo y me observo extrañado pero yo lo estaba aún más

-¿Eh?

-Escuche unoh murmureos, tío, y...- observo el lugar como buscando a alguien -pensé que ehtaba con alguien-. Suspiro extrañamente.

Entonces recordé que hace un momento caí en la locura de hablar solo.

-Oh... eh estaba hablando con mi madre- mentí -y ya sabes cómo se preocupan-. Encogí los hombros.

De repente fue como si algo en él hubiese despertado puesto que arrojo una mirada con mucha sorpresa.

-Te ehcuche llorah- se aproximó más y profundizo mi mirada con sus enormes ojos oscuros.

Me había escuchado, para mi mala suerte. Lo peor era que no tenía ninguna excusa o mentira creíble para ello.

-Rubiuh ¿me ehcuchaste?- me llamo de nuevo mientras yo trataba de escapar de su mirada tan solo volteando a otros lugares, fue hasta que sentí sus manos subir con rapidez hasta mi mejillas, estaban tibias y temblaban un poco, era inútil querer escapar de ello así que me resigne a mirarlo recordando el porqué de mis lloriqueos hace unos minutos.

-Fue mala idea...-hable por fin -invitarte a entrar, o sea, y-yo ya me tengo que dormir y tu... tu novia debe estar esperándote- lo último que dije me volvió a apretar el pecho con un dolor intenso.

Se quedó callado por unos segundos tan solo observando mis ojos y él traía un gesto serio en su rostro.

Recuerdo porque ya no logro mirarte tanto como antes, siempre me ocurría esto, me quedaba atrapado en tus ojos.

Media Noche (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora