#9: Otro Gilipollas

156 6 0
                                    

*********

Dios!-  pensé, era jodidamente sexy, y bueno besaba de maravilla, no lo podía negar, movía sus labios encantadoramente, el tipillo seguramente era un dios griego bajado desde el mismísimo olimpo mandado a ayudar a una pobre descarriada como yo, si seguramente era eso, digo esto jamas hubiera sido una de mis actitudes, pero vamos joder quien se resistiría, y a mi favor diría que me había robado el beso, jamas me lo habían hecho, pero  -¿ahora que?- pensé.

Aveces admiraba a Nata, si ella vivía la vida como le venia, sin preocupaciones, ni tabúes, no le importaba el que dirá la gente, solo disfrutaba su vida, y era feliz. Y yo... bueno yo... ¿sera ahora un momento en el cual aprender de ella?, digo estoy en París, en unos días volveré a Inglaterra, a la universidad, y seguramente no lo volveré a ver en mi perdida vida.

- Relajate Martina y empieza a vivir de una vez por todas tu maldita vida sin jodidas preocupaciones- pensé, que mas da, ya me canse de ser la tonta con la que juegan.

Me separe de el, costandome mas de lo que yo hubiera querido,  tratando de oxigenar un poco mi cerebro, saboree mis labios, tratando de guardar su sabor para siempre, era el mejor beso que alguna vez alguien me había dado, abrí mis ojos lentamente y me encontré con su perfecto rostro sonriendo descaradamente, jalaba aire costosamente al igual que yo.

- Eso fue...- hizo una pausa, me escaneo nuevamente con la mirada, me sonroje sin poder evitarlo.

- ¿Me seguirás diciendo que no te gusto?, porque tus labios decían otra cosa-  pícaro, acercandome a el, dejandome a milímetros de su rostro, atrapandome de nuevo entre sus brazos.

- Tal vez- Sólo eso fue lo que salio de mi boca, tratando de sonar lo mas normal y segura, con una estúpida sonrisita, mire hacia otro lado, porque si lo miraba de nuevo me sonrojaría no quería demostrar mi nerviosismo, pensara que soy una niña.

- Pues a mi me encantas- dijo serio, mirandome directo a los ojos, su rostro se acerco a mi cuello, sus labios apenas rozaban mi piel, sentía su respiración tibia, creí moriría en ese instante, una revolución se origino en mi estomago, ¿Que diablos?.

- Que te parece si vamos a un lugar donde estemos solos tu y yo, y me enseñas que más maravillas sabes hacer- dice en mi oído sensualmente.

¿Que?, el encanto se acabó, por supuesto eso es lo que todos lo hombres quieren, sexo, sexo, y sexo, eres una estúpida, crees que llegara un príncipe azul, que te enamorara y serán felices por siempre. Ahora veo que eso no existe. Esto me sobrepasa.

- Quien crees que soy- dije molesta separándome de el.

 - Vamos nena, yo se que quieres... te lo haré como nunca nadie lo a hecho en tu vida- dijo poniendo una mano en mi trasero.

- ¡Eres un cabron! - dije enojada acomodandole una abofetada, di media vuelta y me aleje de allí.

- ¡Llámame amor! - oí que grito con tono burlesco.

Sin voltear levante mi mano, mostrándole el dedo medio.

Era un patán, ¿Creyó me acostaría con el? No, no y no. Busque a mi amiga entre la multitud, gracias a dios, la halle fácilmente, se encontraba en la mesa donde habíamos estado desde que llegamos, pero no estaba sola, se encontraba con un amigo del chico de rulos, el chico serio, bueno que yo creía hasta ese momento, se hallaban platicando animadamente.

Me acerque a ella sin dudarlo

- Nos podemos ir ya, por favor- le dije susurrando, ella sin preguntar se levantó y se despidió.

Nos dirigimos a la salida, cuando recordé haber olvidado mi bolso, dimos media vuelta en su búsqueda, cuando me detuve.

Allí ya se encontraba el chico de rulos con sus demás amigos, inmóvil con sus manos dentro de sus jeans, mirándome con una sonrisa.

Little Things (Harry Styles y Zayn Malik)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora