{tres}

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—¿Qué...? —y antes de que pudiera seguir hablando, su alumno se levantó de su lugar, dejando ver su erección. Era tan extraño ver un bulto bajo una falda pero al mismo tiempo le tentaba, eso era malo, muy malo. Ilegal para ser más específicos. Entonces dejó un bloc de dibujos con un lápiz ahí acomodados para su profesor y después hizo que se sentase en la silla. Niall se sentó encima del escritorio.

—Tómese todo el tiempo del mundo para dibujar, no importa —sonrió y con cuidado de no dejarle ver demasiado, se quitó las bragas color rosa pastel que estaba usando. Y sí, a Niall no le bastaba con usar mini faldas, también usaba ropa interior de mujer.

Zayn no sabía qué hacer ni qué decir, estaba claro que nunca se había encontrado en esa situación tan incorrecta. Entonces Niall, siempre con una sonrisa seductora, le dejó el bloc de dibujos en las manos al igual que el lápiz. Entonces subió los pies al escritorio, abriendo las piernas con el movimiento y alzando su falda para que el profesor Malik pudiera ver su pene erecto, bien depilado, quizá algo pálido pero Niall se enorgullecía de sus genitales, según él eran bonitos.

Su profesor se quedó observando su pene erecto por varios segundos, que parecieron eternos, ya estaba más que claro que no sabía qué hacer, estaba nervioso y sus mejillas estaban rojas, rojas a más no poder. Niall se sintió orgulloso de lo que provocaba, eso demostraba que el profesor lo consideraba sensual de una u otra forma. El profesor Malik desvió la mirada de sus genitales a su bloc de dibujos, a sus genitales de nuevo y ppr fin al bloc de dibujos. Se relamió los labios y lentamente buscó una hoja vacía para comenzar a dibujar, ¿por qué le estaba haciendo caso a ese chico? No lo sabía, sus movimientos eran automáticos e inseguros.

Niall estimuló su pene al masajearlo un poco de arriba a abajo, aplicando más presión al subir la mano para que la sangre fluyera mejor por su pene. Zayn lo observó embelesado y torpemente comenzó a definir la forma del falo y después la forma del glande, al final dibujó los testiculos. Incluso se había tomado algo de tiempo para dibujar la silueta del joven. Pero ya no soportó más, dejó todo sobre la mesa y acarició el pene del menor, sintiendo lo caliente y húmedo que estaba.

Era malo, muy malo. Y era aún más malo que le estaba excitando ver a uno de sus almunos con falda. Le ayudó con su erección, tanto con las manos como con la boca, sin darse cuenta del momento en que Niall le tomó una foto con su celular mientras metía todo su pene en su boca, hasta que el menor eyaculó en su boca, dejando salir un suspiró de sus finos labios. Zayn tragó su semen y entonces miró al chico con algo de miedo en sus ojos. Lo que había hecho era ilegal.

—Eso fue maravilloso, señor Malik —dijo su alumno, agarrándole de las mejillas y dándole un beso en la boca—. Espero que me siga dando más clases personales para aprender a dibujar penes.

Niall se levantó del escritorio, acomodó su falda y salió del aula de clases, dejándolo ahí, con una dolorosa erección entre los pantalones y sus bragas color pastel en el suelo. El nuevo profesor de Artes se quedó ahí, reflexionando sobre lo que había hecho y al entrar en razón agarró la ropa interior del joven, la guardó en el bolsillo interno de su saco y discretamente se fue al baño de hombres, procurando de que nadie viera la erección que Niall le había causado.

Tenía mala suerte y cuando entró al baño, Niall estaba ahí, con las manos metidas debajo de la falda, fajándose la camisa del uniforme y dejando ver sus nalgas sin ropa interior, fue suficiente para que su pene estuviera más duro que antes. Niall volteó a verlo y le sonrió, con esa falsa inocencia que era suficiente para hacerle perder el control. Se acercó a su alumno y lo jaló hasta una de las casetas de los baños, cerró tras de sí y le besó los labios desesperadamente, desabotonándole la camisa blanca y sintiendo su pecho plano y sus pezones erectos.

Hizo que se colocara de espaldas, le alzó la falda, le obligó a inclinarse y se sacó el pene de los pantalones, dirigiendo la punta entre las nalgas del jovencito. Este último volteó e hizo una mueca de terror y sorpresa, eso no iba entrar, era demasiado grande —o al menos él sentía que era demasiado grande.

Desgraciadamente todo eso se quedaría en su cabeza, Niall pasó caminando alegremente a su lado, despidiéndose de él con voz dulce. Mientras, esa tentadora mini falda se movía al compás de sus finos pasos.

«Hijo de puta —pensó el profesor al verlo pasar.»

Entró a una de las casetas del baño, cubrió su rostro con las manos y suspiró con fastidio. Ese maldito escuincle se creía con el derecho de calentarlo y dejarle con las ganas, como si nada. Como si no fuese ilegal, como si fuera cualquier cosa estar con su profesor de arte de esa manera tan indebida. Fastidiado y hasta cierto punto estresado, dejó salir todo el aire de sus pulmones y se bajó el cierre de los pantalones. Acariciando su pene de arriba a abajo, inevitablemente haciendo que se pusiera más erecto, pero era necesario si quería sobrevivir el resto del día dando clases en frente de todos.

Y eso le recordó su mala suerte. Tenía clases con el grupo de Niall todo el día. Y ese hijo de puta andaba con todo al natural, de no ser por esa maldita falda. Entonces se imaginó a Niall cruzando las piernas y dejándole ver todo durante las clases, se lo imaginó otra vez sentado sobre su escritorio, con las piernas abiertas, pero esta vez dejándole, aunque sea, meter sus dedos en su deseable trasero. Se imaginó lo apretado que debía de estar y lo bueno que ese niño debía de ser al tener sexo. No cualquiera decide mostrarle todo a un completo desconocido.

Y con sólo pensar en eso, eyaculó, cubriendo el glande con la palma de la mano para no manchar nada. Agarró un poco de papel higiénico y se limpió la mano, se acomodó la ropa interior junto con los pantalones y salió. Cabizbajo fue a lavarse las manos y de paso a mojarse la cara para tratar de relajarse y refrescarse.

«No tienes por qué prestarle atención a ese niño. No tienes por qué prestarle atención a ese niño —se repitió en su cabeza—. Sólo es un alumno que usa falda y que no trae ropa interior. Nada más.»

Salió de los baños y se fue al aula de clases otra vez. Se encontró con el dibujo que estaba haciendo y decidió entregárselo al jovencito debajo de su dibujo mal hecho. Antes de que tocaran la campana para regresar al aula de clases, dejó los dos dibujos dentro de la mochila del rubio —la que supuso que era de él y sólo lo confirmó al ver las etiquetas de sus libretas bien decoradas con estrellitas de colores—, no sin antes firmar su propio dibujo.

after school [ziall]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora