Our monsters || Joshler.

01

Narra Tyler:

El desorden en mi cabeza no dejaba que pensara todo claramente, mi respiración se agitaba a cada segundo que pasaba y yo me aferraba con más fuerza a la cuchilla que tenía en mi mano izquierda, mientras la otra se encontraba hecha un puño a causa del dolor, no entendía muy bien porqué lo hacía, tal vez sólo quería probar, los monstruos en mi cabeza no me dejaban pensar muy en claro, si ustedes me escucharan de seguro dirían algo cómo "¿Monstruos en la cabeza? ¿Acaso tienes esquizofrenia?" Y no, no tengo esa enfermedad, pero me refiero a esas voces que apenas se escuchan, pero que son fuertes y causan desastres en tu mundo, esas criaturas que cada vez que te encuentras deprimido, frustrado, furioso o algo por el estilo, rasguñan las paredes de tu mente con tal de salir y comienzan a chillar, como si de una fiesta se tratara ya que saben que lo bueno está por venir. Volví a apoyar el filo de la cuchilla en mi piel no tan bronceada como se debería y mordí con tan fuerza mi labio inferior, que sentí el sabor metálico de la sangre en mi boca. Varios recuerdos llegaron abruptamente a mi mente, mis padres peleando cada vez que yo iba a su casa, mis hermanos diciéndome que era todo mi culpa. Cerré mis ojos varios segundos cuando vi que todo se movía, ya estaba perdiendo mucha sangre. Había hecho en total cuatro cortes, que obviamente perdían mucha sangre. Escuché el tono que tenía en especial para mi mejor amiga, Deborah, al parecer estaba desesperada porque no contestaba. Asomé mi cabeza por la puerta entreabierta que daba de el cuarto de baño a mi habitación, la pantalla de mi móvil estaba encendida aunque la luz era tenue al estar algo perdido entre las sábanas blancas de la cama. Negué repetidas veces con mi cabeza volviendo al frente del espejo, miré mi rostro imperfecto, las ojeras eran muy notables a mi gusto. Bajé mi mirada a mi brazo y un sollozo indeseado escapó de mis labios. Dejé el objeto afilado a un lado en el lavamanos e introduzco mi muñeca bajo el agua viendo como la sangre era llevada por ésta. Con mi mano libre sequé las lágrimas que aún salían y luego saqué el pequeño botiquín de un cajón. Lo abrí como pude y tomé lo necesario para curarme.

La noche había caído en toda la ciudad de Ohio y yo me encontraba sentado en el suelo de mi cuarto, no quería salir de casa. Sentí mi celular vibrar constantemente, cuando vi la pantalla noté el nombre de Deborah, "Deborah Mesta está llamando". Rodé los ojos y me decidí por atender de una vez por todas.

-Mira estúpido, más vale que no hayas hecho nada malo...-se escuchó la voz de mi amiga al otro lado de la línea, y cuando creí que había acabado de hablar para comenzar yo, siguió- Estoy muy preocupada, no contestas mis mensajes y recién ahora das señales de vida.
-Hola Deb, yo también te quiero. No hice nada malo, a mi punto de vista-estire mi cuello hacia atrás suspirando-.
-Estoy yendo a tu casa, más vale que atiendas.
-¿En que vienes si no sabes manejar siquiera?-pregunté confundido, ya que primero; Mi amiga tiene fobia a ir en colectivo. Segundo; No le gustan los taxis por una experiencia personal. Tercero; Es imposible que venga caminando ya que vivo en la otra punta de la ciudad-
-Me lleva mi primo, ya sabes, ese del que te hablé, Joshua-habló tranquila mientras yo me esforzaba en recordar a ese chico-.
-Está bien, espero que a ese chico no le importe ver a un idiota deprimido que llora siempre.
-Oh Ty, deja de llorar querido, en cinco minutos llego.-y sin más mi amiga cortó la llamada-

Bufe levantándome del suelo con pereza y llevé mi mano a mi trasero, acariciando esa zona, estar más de tres horas sentado en el piso me había causado algunos dolores. Tomé un suéter color bordó algo grande que usaba para dormir y que llegaba a tapar los cortes. Tomé con delicadeza la manga y la hice hacia atrás para ver las lastimaduras, las acaricio aún sintiendo un pequeño ardor. Sacudi mi cabeza y volví al mundo para seguir vistiendome, ya estaba bañado, así que no necesitaría ser flash con tal de darme una ducha. Me coloqué un pantalón de jean negro que usaba casi siempre. En los pies no me puse nada, me gustaba andar descalzo. Me miré en el espejo y pasé mi mano por mi cabello castaño. Si no fuera porque vienen visitas no me arreglaría tanto, si no, estaría en pijama solamente. Sentí el timbre sonar intensamente y reí por lo bajo, esa chica no podía esperar ni dos segundos. Bajé las escaleras rápidamente tratando de no tropezar en ningún momento, cuando abro la puerta, no alcancé a decir "Hola" ya que se habían arrojado encima de mi. Al instante reconocí a mi amiga castaña que ya lloraba de la emoción, si, estaba así porque no le respondía y me veía con vida aún. Me queje sobre sus cabellos que me hacían cosquillas al estar en mi rostro.

-Deb, querida, quiero seguir viviendo y no ser tragado por tus pelos-arrugue mi nariz cuando sentí su puño golpear ligeramente mi brazo-
-Callate idiota, te presento a Josh, mi querido primo que es mi chófer-con su mano señaló al chico que se encontraba en la puerta observando todo desinteresado- A ver Josh, estúpido, habla...
-Hola, soy Josh, como dijo ella-habló el tintado fingiendo una sonrisa, obviamente sintiéndose no muy cómodo en esos momentos-
-S-Soy Tyler, pasa Josh-tartamudee al principio, odiaba ser tan tímido a veces-

Hasta ese momento no me fijé bien en los colores de su cabello, era un rosa que se estaba destiñiendo ya. Me hice hacia un costado y el chico paso agradeciendome por lo bajo.

-Bueno Ty, ahora muestrame tus muñecas-ordenó Deborah y tragué saliva algo nervioso-

☆☆☆☆☆☆
Hola caracolas, una mierda de capítulo a mi gusto, pero debo subir algo a Wattpad, si no, está al pedo, ahre no.
Aún así, espero que lo hayan disfrutado, si hay algún error es porque creo que soy disléxica y confundo letras y así, aunque aceptó burlas.
Dejo hasta ahí el capítulo ya que no estoy inspirada y bueno, me cansé de escribir ya (Pajera 100pre).

Besos en la cola.

-Defe